En pleno centro de Ibiza se encuentra la emblemática calle Vicente Cuervo, una de las vías que cuenta con algunos de los locales más antiguos de la zona. Por su céntrica localización, es una de las calles más concurridas y privilegiadas de la ciudad. Vicente Cuervo, abarca un total de 270 desde su comienzo en la intersección con la avenida Bartomeu Roselló hasta que termina en la calle Jaume I.
Uno de los atractivos para vecinos y turistas, es que cruza dos parques o zonas urbanas casi al final de la calle: el paseo de Vara de Rey y la Plaza del Parque. El primero, es una zona pública peatonal que aglutina varios comercios y tiendas. Por otro lado, la Plaza del Parque es uno de los espacios más concurridos de Vila y punto de encuentro para el ocio por su gran oferta de establecimientos. «Llevo viviendo al final de esta calle desde hace 8 años. La verdad es que desde la reforma de Vara de Rey, la calle ha tomado otra vida. Se agradece tener más zonas para pasear dentro del bullicio que es el centro», explica Santiago, un vecino de la zona.
Céntrica y tranquila
Además de en este aspecto, otra de las cosas en las que coinciden algunos de los residentes de la calle Vicente Cuervo es que, por su ubicación, se encuentra cerca de distintos puntos de interés turísticos. «Es fantástico poder ir caminando a todas partes. Tengo el Puerto de Ibiza cerca y el Castillo de Dalt Vila a pocos minutos andando, también», asegura Gema, quien vive en la calle recientemente.
A lo largo de la calle Vicente Cuervo pueden encontrarse todo tipo de negocios: cafeterías, floristerías, tiendas de ropa y del hogar, inmobiliarias, hostales, joyerías y agencias de viajes, entre otros. Muchos de ellos, están asentados en esta vía desde hace muchos años. Otros, son negocios más recientes que han encontrado en Vicente Cuervo el lugar ideal para asentarse.
La cafetería Es Baladre, que cuenta también con una floristería homónima, lleva ubicada en la calle desde 1981, siendo uno de los establecimientos más antiguos de Vicente Cuervo. Asimismo, la platería Shambala y la joyería Guillem, también son dos negocios que pueden presumir de ser de los locales más arraigados de la calle. «Nuestra joyería lleva desde 1987 abierta y no ha cambiado de lugar. Hay mucha gente que lleva frecuentándola desde que abrimos hasta a día de hoy. Conocemos a los vecinos y los vecinos también nos conocen», cuenta una dependienta de la joyería Guillem.
Asimismo, también cuenta con espacios más recientes, como las tiendas de moda Uno de 50 o Ibiza Trendy, que llevan abiertas siete y ocho años respectivamente, o The Helmp Concept, una tienda de CBD establecida hace tres años. Los propietarios y responsables de los establecimientos coinciden en que es una calle espléndida para los negocios por su ubicación, ya que el turismo está latente durante la temporada de verano, y que existe muy buenas relaciones entre todos ellos. «Aquí todos somos como una gran familia. Siempre que podemos nos ayudamos entre nosotros, y muchos nos conocemos desde hace mucho tiempo», explica Conchi, quien junto a Jean Claude regenta una platería en la calle. «Aunque, sin embargo, se echa en falta más zonas para aparcar. Ahora han puesto, sobre todo, parking de motos y todo el humo del tubo de escape entra dentro del local», puntualiza.
Por lo general, Vicente Cuervo es una calle tranquila, donde vecinos locales y turistas conviven gran parte del año. Cuenta con zona de aparcamiento azul, tanto para coches como para motocicletas, y por ella pueden transitar los vehículos. Sin embargo, a partir de la calle de Bartomeu Vicent Ramón, la zona se vuelve exclusivamente peatonal. Por este motivo, algunos vecinos y comerciantes denuncian el poco espacio para aparcar, hecho que también repercute a los negocios de la zona.
Además, el deterioro y abandono en limpieza de la acera y de la vía es visible a lo largo de toda la calle, de la misma forma que el alumbrado urbano, que es escaso a lo largo de la vía. Pese a que es una zona segura, al encontrarse en pleno centro, donde se encuentran algunos de los negocios más emblemáticos de la isla, se han registrado varios robos en diversos locales.
«La calle es muy tranquila pero hay poca iluminación por la noche. Es el principal punto negativo que tiene. Algunos negocios de mis compañeros han sido asaltados recientemente», denuncia una de las dependientas de la zona, que a su vez muestra un cartel donde se lee claramente «No hay dinero en caja».
Con todo, la calle Vicente Cuervo es una de las vías más emblemáticas y antiguas del municipio de Ibiza donde conviven tanto vecinos locales como turistas.
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