Fue un encuentro divertido y ameno celebrado en el Hotel Wi Ki Woo de Sant Antonio en el que Fernando Soto, Mikel Bustamante, José Manuel Seda, Antonio Romero o Mario de la Rosa desgranaron algunos de los secretos de la serie y explicaron a los asistentes como dieron forma a cada uno de sus respectivos personajes.
Así, el actor madrileño Fernando Soto, quien interpreta al subinspector Rubio en la serie, puso en valor el talento de la profesión de actor en nuestro país asegurando que «se ha quitado el polvo que había en el armario de no creernos donde podía llegar la ficción en nuestro país».
En este sentido, con respecto al éxito internacional de La casa de papel confesó «que cada temporada había más presupuesto para invertir en exteriores, en materiales, en tiempo de producción pero que eso no hizo cambiar la intensidad y la pasión de todo el equipo que siempre fue la misma desde el primer día».
Por último, sobre su papel de subinspector Rubio aseguró que la ficción «mostraba una carpa policial con mucha testosterona, con dos mujeres con un carácter muy fuerte que sabían controlar al resto y donde él, enamorado hasta el fondo de su jefa, divorciado, con hijos, al que sus valores le obligan a cumplir con la ley, vive una situación muy complicada».
Por su parte, el actor y director Mikel Bustamante, conocido por su papel de Martínez en la serie, reconoció su «amor» por una profesión que cada día «le da nueva alegrías». Sin embargo, también reconoció que en La casa de papel «la interpretación no ha sido sencilla ya que se trató de un rodaje muy técnico y complejo aunque también muy rico para mi aprendizaje y muy gratificante».
Un aspecto en lo que también incidió otro de los participantes en la mesa redonda, Mario de la Rosa, encargado de dar vida al agente Suárez. El madrileño, nacido en 1974, aseguró que trabajar en la serie fue «la experiencia más brutal» de su vida y se mostró tremendamente contento por como en todas las temporadas «se ha conseguido mostrar que al igual que en el día a día ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos».
Del mismo modo, Antonio Romero, conocido por haberse convertido en Benito Antoñanzas, reconoció ayer el «tremendo esfuerzo que era cada día poder seguir siendo ese héroe sin capa» componiendo además «un personaje muy divertido que en la cuarta temporada gira para, ser con poco texto y con una sola frase en un momento justo, conseguir romper la tensión de los momentos más complicados».
Finalmente, José Manuel Seda, quien interpreta al comandante Sagasta encargado de liderar a los militares que libran batalla con los atracadores en el Banco de España confirmó que todos los actores han vivido «la trascendencia mundial de la serie, viendo como subía el número de seguidores» pero también aseguró «que cuando entras en el día te olvidas de esas falsas quimeras y te dedicas a trabajar a cuidar los detalles a dar lo mejor como el resto del equipo».
La definición del éxito
Con respecto al éxito, los cinco actores explicaron de forma unánime que significa para ellos. Todos coincidieron en calificarlo «como la continuidad del trabajo, tener 80 años y seguir rodando cada día».
Además, para Mario de la Rosa «lo importante es disfrutar del camino» y confesó que en el set «se nota rápidamente cuando alguien quiere ser famoso, quien quiere que su Instagram crezca para usarlo como Tinder y quien soñamos con poder vivir de esta profesión, disfrutando del regalo de actuar».
Por su parte, Antonio Romero aseguró que éxito se mide en los pequeños detalles y en el reconocimiento y el cariño de tu gente «como saber que han puesto mi nombre a un bocadillo en mi pueblo, con su jamón, su pimiento verde» y Bustamante lo calificó «como que te vean para que no pares de actuar y crear».
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