Las gallinas muertas a manos de un ataque canino, amontonadas por su dueño.

Las gallinas han sido las últimas víctimas de un ataque canino, en esta ocasión, en una finca entre Santa Gertrudis y Sant Llorenç. El responsable del corral asegura que han sido 37 las gallinas que han resultado muertas tras el ataque que tuvo lugar durante la noche del domingo al lunes pasado.

Fritz, propietario de las gallinas masacradas, asegura que el ataque se produjo entre las 18.00 horas del domingo, momento en el que les dan de comer por las noches, y las 08.00 horas del lunes. En ese momento, el hermano de Fritz, que es quien visita las gallinas a esa hora, se encontró de bruces con la masacre. Fritz no tiene claro si es un solo perro el responsable de la matanza y ha estado preguntando a la gran mayoría de sus vecinos sin que ninguno de ellos le haya podido darle ninguna pista al respecto. Aunque tiene toda la intención de poner una denuncia, ayer todavía no había tenido tiempo de formalizarla. Además, asegura que no es el único ni el primer vecino en haber sufrido este tipo de atques.

Por el momento sí ha podido dar con una pista: se trata de un ‘collar isabelino', los que se usan de modo terapéutico en veterinaria para que los animales no puedan morderse o lamer alguna herida. El collar veterinario, roto y con restos y plumas de las víctimas de su portador, es de la talla 25, lo que da una idea de que se trata de un animal de unas dimensiones discretas, de entre 25 y 30 kilos. Lo que sí queda claro con la presencia de este collar es que no se trata de un animal abandonado ni salvaje sino que se trata de un perro cuyo dueño tiene la suficiente responsabilidad como para llevar a su mascota al veterinario. Cabría esperar que ejerciera la misma responsabilidad hacia los animales de Fritz y a la hora de evitar que su mascota se escape pudiendo provocar este tipo de situaciones, según destacó este vecino afectado por ataques caninos.