—Lleva más de 20 años unida a la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef) y, desde entonces, no ha dejado de promover iniciativas solidarias en la isla. ¿De dónde viene esa voluntad tan férrea de querer ayudar a toda costa?
—A veces pienso que todo tiene que ver con mi infancia. Fui una niña tan feliz allí en Banyoles, tan inocente, que me gustaría que todos los niños tuviesen una oportunidad para ser feliz. Recuerdo que mi familia, al ser tan religiosa, estaba muy vinculada al asilo de mi pueblo y mi única diversión cuando era pequeña era ir cada domingo a esta residencia y repartir comida, tabaco o dulces. Era un entretenimiento más para mí. Consentía tanto a los ancianos que los gerentes me mandaron a cuidar de las gallinas. Al venir a Ibiza, esa voluntad de ayudar no había desaparecido sino todo lo contrario.
—¿Recuerda su primer contacto con Apneef y con los niños que atiende esta asociación?
—Claro. Siempre digo que Carmen Villena, impulsora de Apneef, me tendió una trampa. Ella lo sabe. Hace ya más de 20 años me pidió que colaborase con la entidad, de un modo u otro, y hasta hoy. Una vez observas sonreír a esos niños, esas caritas y la fortaleza con la que afrontan todo, ya no puedes escapar. Fui feliz ayudando a los ancianos de mi pueblo y lo soy desde hace años poniendo mi granito de arena por los niños de la isla que necesitan ayuda.
—No obstante, aquí no quedó la cosa. Tras esta conexión inmediata con los niños de Apneef, decidió participar de forma activa en otras entidades como la Plataforma Sociosanitaria y la Fundación Conciencia, tres asociaciones que ayudan a menores con necesidades especiales. ¿Cómo surgió entre todos los agentes implicados la idea de organizar este telemaratón solidario?
—Las tres asociaciones y yo fuimos a la TEF para que nos hicieran una entrevista el año pasado y Antonia Ramón, presidenta de la Plataforma Sociosanitaria, comentó que en 2021 sería imposible celebrar la gran fiesta solidaria Pacha con los Niños, una celebración que se festejaba cada año con fines recaudatorios para las entidades. Entonces, Antonia se preguntó preocupada que de dónde sacaríamos el dinero para las asociaciones. Justo en ese momento surgió la idea del telemaratón solidario por su viabilidad, así que nos pusimos en contacto con la directora de TEF, Sonia Escribano, y con el Grupo Pacha. Desde el primer momento apoyaron la iniciativa. El Grupo Pacha nos ofreció sus instalaciones para que sean el escenario de este telemaratón, que será en directo y a puerta cerrada.
—¿Se están involucrando las administración públicas con esta iniciativa solidaria?
—La verdad es que sí. La respuesta es muy positiva. La alcaldesa Carmen Ferrer nos apoya incondicionalmente. Lo mismo ocurre con el Consell d'Eivissa. Además, muchas personalidades nos han enviado vídeos para animar a la gente a colaborar, que se emitirán durante la gala. Entre ellos, están las imágenes de la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, o el presidente del Consell, Vicent Marí. Incluso Ayuso ha querido colaborar con un vídeo. Se lo hemos ofrecido a todos. También se lo hemos dicho a Armengol, presidenta del Govern balear, pero no sé si ha contestado. Hemos invitado a todos los colores. Los niños no tienen partido político y no tienen color.
—¿Cómo será la mecánica de recaudación antes y durante del evento?
—A partir de esta semana, os daremos un número de teléfono operativo durante todo el día. Además, proporcionaremos una página web en la que podréis entrar para comprar números de la tómbola. La TEF, durante toda esta semana, irá publicando unos vídeos de 61 personajes conocidos de Ibiza y Formentera y de fuera, pero que tienen vinculación con la isla. También me gustaría dejar muy claro que las tres asociaciones han realizado auditorías que son abiertas y transparentes. Cualquier ciudadano puede solicitar verlas en cualquier momento. Además, hemos proporcionado un número de cuenta del Banco Sabadell para las ayudas: ES 62 0081 0622 0700 0134 2944.
—La telemaratón será el día 10 de diciembre y comenzará a las 20.30 horas. ¿Qué curiosidades nos puede adelantar?
—De momento, lo único que te puedo adelantar es que será en directo desde las instalaciones de Pacha, donde tendrán lugar diferentes actuaciones. Para ofrecer un gran espectáculo, las diversas academias de baile de la isla han estado todo el año ensayando. Además, muchos artistas que no han podido cuadrar sus agendas, para estar allí en directo, han ido mandado sus vídeos. Los telespectadores podrán ver, por ejemplo, la actuación del trío de actrices Ses Pageses Emprenyades.
—¿Habrá alguna restricción, frente al coronavirus, durante el telemaratón?
—Hay aforo limitado. Desde el departamento de seguridad de Pacha se exigirá el certificado de vacunación a todas las personas que trabajen allí ese día. Las que no estén vacunadas tendrán que acceder al local con una PCR. Es más, solo podrán entrar a las instalaciones los empleados de la TEF, los de Pacha, los que trabajan en las asociaciones y los artistas. Por lo tanto, nadie ajeno a la organización del evento tendrá permiso para acceder.
—¿Cómo están los pequeños al no poder celebrar, de nuevo, su fiesta solidaria Pacha con los niños?
—Ten en cuenta que son más de 200 niños. Todos tenían la ilusión de poder celebrar este año su fiesta, así que están algo tristes. Ellos quieren bailar en su Pacha; no piensan en otra cosa. Les he explicado el plan y enseguida me preguntan: «¿Y luego iremos a Pacha?». Pero bueno, entienden la situación, entienden que no puede haber público este año. Les cuesta asimilarlo un poco, pero lo disfrutarán por la tele. Ellos adoran bailar y reírse. Muchos están ennoviados y a mí me tienen de asesora sentimental.
—¿Y después de esto qué le espera? ¿Qué proyectos solidarios tiene a la vuelta de la esquina?
—Cada año le pregunto a Marisina Marí, presidenta de Conciencia, si hemos ayudado a algún niño y cuando me dice que sí, siempre le contesto: «Pues adelante». Cuando le pregunto a Carmen Villena si hemos podido pagar el tratamiento de uno de los jóvenes y me dice sí, le digo adelante porque ya soy feliz. Y lo mismo con Antonia. Conseguir ayudar a estos niños ya me compensa. Tengo 66 años y cada vez que me quiero retirar porque estoy cansada o por problemas personales siento que no debo, puesto que yo puedo llegar a muchas personas. Algunas me dicen que no pueden aportar nada en estos momentos y yo les digo que lo importante es colaborar. No importa cómo, simplemente colaborar como se pueda. Siempre hay una frase que me acompaña y es la de que «no hay que mirar nunca atrás ni para saltar».
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Alba de can Pau es una mujer admirable, luchadora y tiene un corazón de oro