Una imagen de los trabajos de limpieza en el torrente de sa Llavanera. | Irene Arango

La Conselleria balear de Medio Ambiente confirmó este sábado que, pese a las lluvias que azotaron durante toda la jornada la isla de Ibiza, la depuradora de Vila no sufrió ninguna avería ni realizó vertidos al torrente de sa Llavanera, como venía sucediendo en los últimos días.

Al parecer, según explicó el gerente de la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), Juan Calvo, la razón de los últimos vertidos se debió a una serie de fallos eléctricos que provocaron paradas en la bomba, lo que a su vez provocó el colapso de las alcantarillas de esa zona. En este sentido, manifestó su compromiso de que, en caso de que se repitan incidentes de esta categoría, «redoblaremos el servicio de limpieza» para minimizar el impacto en los vecinos.

Asimismo, el gerente de Abaqua se comprometió a llevar a cabo toda una serie de acciones enfocadas a la mejora del tratamiento de los fangos, así como a combatir los olores. Algo esto último que ya se había empezado a realizar este verano con la dosificación de nitrato cálcico en la depuradora. Además, las actuaciones en los fangos ya están presupuestadas en los presupuestos del Govern balear para el año 2022 y asciende a un millón de euros.

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Está previsto que estas medidas se tomen hasta tener en marcha la nueva estación depuradora, algo que debería ver la luz el año 2023. La actual pasará entonces a ser únicamente una estación de bombeo de la nueva.

En esos momentos, aseguró Calvo, «los olores desaparecerán por completo» y disminuirán drásticamente los episodios de inundaciones extraordinarias.

Por su parte, uno de los vecinos afectados por los continuos vertidos al torrente de sa Llavanera, Toni Riera, confirmó que no se habían producido nuevos vertidos fecales y que los operarios de Abaqua continuaban realizando labores de limpieza en el torrente.

La propia consellera no adscrita en el Consell d'Eivissa, Marta Díaz, denunció en la sesión plenaria del pasado viernes la situación que están viviendo los vecinos de la zona por los malos olores y recordó que, ya en el año 2015, la presidenta autonómica Francina Armengol se comprometió a acabar con el problema de los olores, algo que, a fecha de hoy, no ha cumplido.