El acto se celebró en la playa de Es Cavallet, en el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera, y contó con la presencia de las entidades y voluntarios que han colaborado en todo el proceso, además de con responsables políticos, según informó la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio en una nota de prensa.
Mas agradeció el esfuerzo y la dedicación del personal técnico, tanto de la Conselleria como de las entidades colaboradoras que están consolidando un equipo de trabajo «excepcional» y en formación continua que está resolviendo un reto medioambiental sobrevenido los últimos años.
El director general destacó además la entrega y el compromiso de los voluntarios que han sido «vitales» para poder custodiar el nido en las condiciones adecuadas para que los huevos prosperaran.
Los ejemplares liberados provienen de un nido que fue detectado en julio del 2020 en la playa de Cala Nova después de que un ciudadano alertara de la presencia de una hembra de tortuga marina en la arena. A partir de ese momento se activó el protocolo establecido para la actuación en caso de nidificación de tortugas marinas.
Una vez localizado el nido con un centenar de huevos, se decidió trasladarlos y enterrar 76 en la playa de Es Cavallet, siguiendo las recomendaciones de los expertos y con el objetivo de mejorar las posibilidades de desarrollo.
Para la protección y vigilancia del nido se protegió la zona con palos de madera y rejillas y se mantuvo vigilado a la espera de la eclosión.
Por otro lado, 24 huevos se transportaron dentro de una incubadora y se mantuvieron en las instalaciones del Consorcio para la Recuperación de Fauna de Baleares (Cofib) en Mallorca.
En el mes de septiembre nacieron 17 tortugas, de las cuales han sobrevivido 16 después de pasar un año en un medio artificial controlado dentro del proyecto de ‘Head-starting'.
Los ejemplares fueron repartidos y criados en las diferentes instalaciones de los centros colaboradores: el Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (Limia); el Acuario de Sevilla; el Oceanogràfic de València; Marineland y el Centro de Interpretación del Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera. Todo el procedimiento ha sido coordinado por parte del Cofib, organismo que pertenece a la Conselleria.
Los ejemplares liberados superan los dos kilogramos, talla que maximiza sus posibilidades de supervivencia.
Antes de la liberación, se cogieron algunas muestras de todas las tortugas para diferentes estudios y se identificó el sexo gracias a la colaboración del Oceanogràfic de València para conocer el porcentaje de machos y hembras de cada nido. Así, se contaron 14 machos y dos hembras.
Mas recordó que la llegada de tortugas marinas a Baleares para poner huevos es un fenómeno reciente que se vincula al calentamiento global del Mediterráneo y, por lo tanto, «es un reto más de la emergencia climática que vivimos porque se trata de una especie marina protegida».
A diferencia del verano del 2020, donde hubo tres puestas de tortugas marinas en Baleares, este año se ha detectado un intento de nidificación en la playa de Migjorn en Formentera, donde la hembra finalmente no puso los huevos. Aún así, esta temporada de 2021 se han detectado cinco nidos en Cataluña y otro en Andalucía.
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