Imagen del encapuchado buscado por asaltar una farmacia de Sant Jordi.

La tasa de criminalidad en el primer semestre del año creció en tres municipios, destacando el notable repunte registrado en Sant Josep (un 22,5 por ciento), y bajó significativamente en Sant Antoni (un 8,2 por ciento), según recoge el balance de criminalidad hecho público este viernes por el Ministerio del Interior.

El fin de las restricciones a la movilidad que se impusieron el año pasado por el Covid ha conllevado un repunte en el número de infracciones penales en las Islas Baleares. Ibiza sigue encabezando los índices de criminalidad.

Entre los municipios de más de 20.000 habitantes, siguen la tendencia ascendente Ibiza (un 3,6 por ciento); Santa Eulària (un 9,9 por ciento) y Sant Josep, que se dispara un 22,5 por ciento.

La tasa de criminalidad baja en Sant Antoni (un 8,2 por ciento de infracciones penales menos que en el mismo periodo del año pasado).

Criminalidad

Por islas, la tasa de criminalidad es de 53 delitos o faltas por cada mil habitantes en Mallorca; 55, en Ibiza; 36, en Menorca, y 34, en Formentera.

Las Islas Baleares vuelven a encabezar el balance de criminalidad con un total de 26.885 infracciones penales registradas en el primer semestre del año, un 4,3 por más que en el mismo periodo del año pasado, con el fin de las restricciones a la movilidad por la Covid-19.

La tasa de criminalidad se sitúa en Baleares en 51,9 delitos por cada mil habitantes en el primer semestre, la más alta y superior al promedio nacional de 39,2 infracciones penales por cada mil habitantes, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno. No obstante, la incidencia sigue siendo muy inferior a la que había en el archipiélago antes de la pandemia, que superaba los 67 casos por cada mil habitantes.

De enero a junio se ha apreciado un aumento más destacado de los delitos leves, referidos a daños o hurtos, con incrementos del 21 por ciento y 26 por ciento, respectivamente.

Las estadísticas reflejan un 6,6 por ciento más de casos de malos tratos en el ámbito familiar detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con más de 2.000 denuncias.

En el mismo periodo los delitos contra la libertad sexual se incrementaron en un centenar de nuevos casos, hasta alcanzar los 340. Ha habido 26 agresiones sexuales con penetración, un 7,1 por ciento menos.