La operación se llevó a cabo el miércoles en el puerto y la bahía de Portmany con el objetivo de controlar las actividades irregulares de transporte de viajeros, el fondeo en zonas ilegales o la recogida de personas en puntos no habilitados.
También se realizaron controles de documentación y permisos, así como de los títulos habilitantes de los patrones.
El dispositivo contó con dos inspectores de la Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera; una patrulla del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil; una Patrulla fiscal y de fronteras (PAFIF), y una patrulla en tierra.
Participaron, además un técnico de la Dirección General de Transporte marítimo y aéreo del Govern balear, la responsable de Delegación de Costas para Ibiza, un equipo de Ports IB constituido por 5 guardamuelles y el jefe del puerto de Sant Antoni.
El operativo se llevó a cabo debido al incremento de empresas de chárter náutico ilegales en la bahía de Sant Antoni, que hacen un uso «indebido» de la costa y utilizan de «forma ilegal» los muelles de las golondrinas, para cargar y descargar clientes, provisiones y personal de limpieza, detallaron desde el Govern.
Ante los buenos resultados de la iniciativa conjunta, se estudia ampliar las operaciones de este tipo a diferentes puertos de Baleares con el objetivo de intensificar los controles.
El objetivo es evitar la competencia desleal, el uso indebido de la costa, el fondeo sobre posidonia y los vertidos incontrolados.
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