Los tambores, que normalmente retumbaban en las noches de los domingos, también se dieron cita. Y es que el Ayuntamiento de San Juan mantiene los accesos a la cala restringidos todos los domingos desde julio hasta octubre de 15:30 a 22:30 horas. Desde entonces, por lo visto, estos tambores han trasladado sus actuaciones a los días entre semana.
Los tambores ya sonaban pasadas las 8:30 h, a un volumen y cadencia solo perceptible a unos metros. Volumen y cadencia que con la caída del sol se fue incrementando para, durante unos minutos convertirse en una suerte de fiesta que reclamaba la atención de casi la totalidad de la playa. Muchos de los bañistas se acercaban, algún grupo se puso a bailar, mientras el resto seguía con sus móviles inmortalizando el momento en el que se pone el sol. La presencia de mascarillas era imperceptible. Tras el ocaso, durante unos minutos más el ritmo continuó para, tras un aplauso volver a la cadencia y volumen apenas percibible mientras la playa se vació en cuestión de minutos.
El Ayuntamiento
Antoni Marí Carraca, alcalde de Sant Joan reconoce que tras la puesta en marcha del dispositivo de los domingos y sus buenos resultados a la hora de garantizar la seguridad ante las aglomeraciones que alí se producían, «es cierto que tenemos información de que hay otros días en los que van a tocar los tambores, pero no es menos cierto que hay muchos días que, en la medida que se puede, la patrulla de la Policía Local, con la colaboración de la Guardia Civil, van a intentar que no se produzcan. Hay días que se nos cuelan y días en los que lo podemos parar». Entiende que con las nuevas restricciones que se puedan estar preparando «quiero pensar que otros cuerpos, como el de la Guardia Civil en nuestro caso nos echarán una mano, como cada año». No deja Carraca de apelar a la responsabilidad de la población «que con la que está cayendo la gente debería ser más cívica». «Con los medios que tenemos hacemos lo que podemos», concluye el alcalde.
Una plantilla de tres Policías Locales, «que en teoría debería ser de cuatro y que se va a subsanar de manera inminente», es insuficiente para poder controlar a todas horas este lugar concreto, por lo que está previsto ampliar la plantilla con dos agentes más, «está tan previsto que tenemos a los chicos examinados y preparados a la espera de que el Govern Balear haga los cursos necesarios». De esta manera, tras acabar este curso, la plantilla de la Policía Local de Sant Joan se multiplicaría por dos respecto a la plantila de la que dispone a día de hoy.
9 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
por lo menos están ahí y "no molestan", que cuando estás en una playa ,tipo la calita de siesta, y se ponen con los tambores..... alli por lo menos va quien quiere escucharlos
Si los bech cluns, restaurantes y etc tienen normativas acerca del ruido y un control de aforo porque no se have lo mismo. Muy simple no interesa no pueden poner multas ni pueden sacar tajada
me sorprende la increible fascinacion que produce a algunos el machacon sonido de un tambor.
Estos caraduras sobran en la isla,van de guais y son pura fachada.
Eso no son hippys...son vividores, irresponsables, ineptos, ignorantes, etc. que están por aquí haciendo el gamba y se piensan que son muy guays bailando y dando 4 palmas en una playa en Eivissa...cuando está ya todo inventado y lo que son es idiotas ya que se aprovechan de ellos todos los que andan por Benirrás haciendo negocio....
Si la verdad es que si de hippy tiene poco, don cuatro perro flautas que se creen que la playa es suya, pero bueno vende la fiesta como si fuese algo místico y en tan en su salsa, pero eso de que no puedas acceder a ella por culpa, de estos cuatro, en jo ho tendrien clar
Cobrar no....pero que controlan la venta ambulante de todo lo que pasa por esa playa seguro.
Como cada año,y con los mismos tanbolileros el t... De las rastras blancas y sus amigotes, ellos se creen los dueños de la playa y con el derecho de ahacer lo que les de la real gana y el resto de usuarios que nos den, y suerte que estos seudohipis no nos cobran a la entrada de la playa. Una vergüenza de gente que se crean especiales y místicos por tocar un tanbor.