A la vista de lo que sucedió el jueves en la Comisión de Hacienda del Senado, la última esperanza que tenemos los ciudadanos de estas islas de que el Estado respete la figura jurídica de las herencias en vida, que hasta que la voracidad recaudatoria del Gobierno la incluyó de forma desatinada en el proyecto de ley contra el fraude fiscal era tan válida como las herencias inter mortis, es que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, cumpla su palabra y recurra la ley ante el Tribunal Constitucional, dado que también es una figura propia en esa comunidad.
El Partido Socialista, en especial el que ha actuado como portavoz en estos asuntos, el hijo del secretario general de la FSE, el diputado autonómico Jordi Marí Tur Agustinet, se ha pasado muchos meses negando la evidencia y tratando de hacer ver que el hachazo fiscal previsto en el texto no afectaba a las herencias en vida y que éstas podían seguir celebrándose intervivos como hasta ahora. Y, de paso, culpando al Partido Popular y a todos los expertos juristas que forman parte de las consejos asesores de Derecho Foral de Ibiza y Formentera y de Baleares de ser poco más que unos desaprensivos que lo único que pretendían eran desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez y confundir a la opinión pública.
Nada más lejos de la realidad porque la campaña de intoxicación y de desinformación fue la de los socialistas que, sin vergüenza alguna, trataron de negar la evidencia que ellos mismos han acabado admitiendo con la enmienda presentada por un senador gallego in extremis.
Que un bien que un hijo hereda de su padre en vida tributara por ganancia patrimonial en el caso de venta como si no hubiera sido heredado antes de la muerte del progenitor y con carácter retroactivo suponía, además de incrementar los ingresos del Estado, desvirtuar la esencia de la figura jurídica propia y, por lo tanto, un ataque a nuestra autonomía.
Los expertos de la Comisión Asesora del Derecho Foral de Baleares censuraron con dureza el plan del Gobierno y le reclamaron que dejara las cosas como estaban. Introdujeron la salvedad, como mal menor, de que solo en el caso de que el bien fuera transmitido durante el primer año desde la herencia, la venta tributara tal como está previsto en la ley.
Después de habernos dicho por tierra mar y aire que pagar impuestos es necesario, solidario y que los que heredan un bien en vida y luego lo venden son poco más que terroristas fiscales a los que se les ha de aplicar de forma retroactiva una ley antifraude y contra el blanqueo de capitales, los socialistas anunciaron que en lugar del año propuesto por los expertos el plazo de carencia de las herencias en vida iba a ser de cinco años. Es decir, que las ventas hechas de un bien heredado durante los primeros cinco años son un fraude y las que se hacen después de ese periodo son propias de nuestro Derecho Civil. Un desatino.
Mantiene el texto que previsiblemente se aprobará en el Pleno de la próxima semana una retroactividad diabólica.
Ridículo de Vicenç Vidal.
Vicenç Vidal va de ser el más nacionalista del mundo mundial, de ser el guardián de las esencias del mallorquinismo y de mirar por encima del hombro a todo aquel que no lo es.
Hechos son amores y a la hora de la verdad él es uno de los senadores autonómicos (el otro es José Vicente Marí Bosó) por la gracia del acuerdo de gobierno que hizo a Francina Armengol presidenta, y a Juan Pedro Yllanes, vicepresidente y, por lo tanto, le toca agachar la cabeza y disimular la traición al Derecho Civil propio de Baleares que, dicho sea de paso, es más propio de Ibiza y Formentera que del resto de islas.
Así es la caradura de los políticos, que votan en contra de los ferris cuando son alcaldes de Sant Josep y luego lo abren al tráfico pero con tantas limitaciones que es como si no los abrieran cuando es conseller, que, de tal palo tal astilla, digo que no afecta la ley antifraude a las herencias en vida y luego defiendo que es divino de la muerte establecer una carencia de cinco año porque en realidad sí que afectan, que digo que soy más mallorquinista que las piedras y le pongo mala cara al que habla castellano y luego apoyo el hachazo fiscal a las herencias en vida que, además de la cuestión crematística, es un ataque a nuestro Estatut y a nuestra autonomía.
¿Y qué decir de los catalanistas? Con la guerra que dan resulta que a la hora de la verdad, ERC y Junts, se alían con los botiflers para votar a favor de un texto que horada el tan catalán como una butifarra heretament cumulatiu indultos mediante.
Todo ello la misma semana que Armengol se va al Cercle d'Economia de Barcelona y se atreve a pedir más descentralización y un sistema de financiación más justo, la misma que acepta que amputen nuestro Derecho Civil y que empeore el sistema de financiación de las familias.
Trampantojo sobre ruedas.
Nueve personas dejaron sus quehaceres profesionales el pasado miércoles para hacerse una foto delante de uno de los tres camiones que Seat ha cedido al Govern balear para que sean utilizados para vacunar.
El uso de estos camiones es el resultado de un convenio de colaboración firmado entre el Govern y la Seat, compañía que aporta también el personal sanitario para inocular las vacunas, en una operación de estado en la que también participan Vueling aportando los billetes de avión, Melià Hotels, los alojamientos, Baleària, el transporte de los trailers, y la asociación de alquiler de coches, dos vehículos por isla para que el personal se desplace desde el hotel al punto de vacunación.
Armengol explicó durante la presentación que cada una de las tres unidades móviles de vacunación está preparada para inyectar 20.000 dosis a la semana, es más, «si las Islas Baleares reciben más vacunas, tenemos la posibilidad de ampliar esta cifra».
La realidad es que detrás de esta grandilocuencia no hay una sola vacuna adicional que poner, que es de lo que se trata.
El uso de dichos vacunódromos móviles no supone que haya un déficit de infraestructura para vacunar, ya que el Recinto Ferial todavía puede dar más de sí, puesto que aún no ha alcanzado ni una sola semana las 16.800 vacunas que tiene de capacidad, a razón de 240 dosis al día en cada una de las 10 líneas de vacunación, que son las cifras oficiales, si bien en ocasiones se ha superado ampliamente y sin generar problemas la cantidad de vacunados por día y línea.
Además, el Govern puede ampliar las líneas porque hay sitio de sobra, utilizar Can Misses, los centros de salud y los ambulatorios. Si no fuera suficiente, también dispone de una línea adicional cedida gratuitamente por el Grupo Policlínica y podría utilizar los servicios de prevención de las empresas, algo a lo que se ha negado, algo totalmente contradictorio con aceptar el servicio altruista, a cambio de ofrecer una imagen simpática del Grupo Volkswagen para poner vacunas en lugares que no están preparados para ello. ¿Dónde guardará la cola la gente? ¿Dónde esperará los 15 minutos de reposo que recomiendan tras recibir la inoculación?
La historia no tendría mayor relevancia si no fuera porque entre las nueve personas que fueron fotografiadas estaban la presidenta, la consellera de Salud, Patricia Gómez, y el director del servicio de Salud, el marido de la anterior Juli Fuster, que quiero pensar que tenían cosas más productivas que hacer que perder el tiempo y hacernos perder el tiempo a los demás con otro acto de propaganda.
La operación de marketing tendrá continuidad el próximo martes en la presentación del vacunódromo sobre ruedas en Sant Antoni a cargo del director de Gestión y Presupuesto del Servicio de Salud, Manuel Palomino, del responsable de Salud, Seguridad y Emergencia de Seat, Juan Manuel Fraile, del presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, del alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, y de la gerente del Área de Salud, Carmen Santos. Al menos, los vacunados allí se ahorrarán unos kilómetros.
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El PSOE-PSIB vive de la propaganda y de los que se la creen, pero cada vez les es más difícil engañar al ciudadano