Javier Arranz, en una umagen de archivo.

La situación epidemiológica de Ibiza sigue preocupando en la Conselleria de Salud. Así lo aseguró ayer el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz. El experto no ocultó que la isla «está en claro descenso» y que el techo de la tercera ola quedó atrás. «El 26 de enero se alcanzó una incidencia acumulada a 14 días de 2.294 casos por cada 100.000 habitantes, ahora estamos en 918. Clarísimamente hace días que hemos dejado el pico y estamos en bajada», señaló.

Pese a estar satisfecho por la evidente mejoría y el funcionamiento de las restricciones impuestas, Arranz no quiso celebrar nada y recordó que «la cifra sigue siendo muy alta y, por supuesto, que sigue preocupando mucho». «No igual que hace unas semanas, porque la evolución es muy buena, con una bajada constante, pero no podemos relajarnos», añadió.

Sobre el futuro a corto plazo, Arranz no quiso hablar de elevar restricciones. «Ibiza tiene una cifra muy buena en la última semana. Una incidencia de 270. El descenso es muy claro y la positividad, 4,5% también es baja. Todo indica que va bien, pero el número de casos sigue siendo alto y la UCI está a tope», argumentó.

En esta línea, señaló que «todo es un continuo. Se diagnostican casos, luego algunos empeoran y van a planta. Dentro de estos, alguno va a peor e ingresa en UCI. Allí está muchos días y puede volver a planta o desgraciadamente fallecer. A medida que los casos disminuyan, mejorará, pero tiene un retardo. No es una reacción inmediata. No se puede abrir la mano porque bajen los casos». «Nos quedan unas cuantas semanas para que esta mejoría se vea en la UCI», sentenció.


Variante británica
Una prolongación de restricciones que, en su opinión, también puede ser muy favorable para frenar la expansión de la variante británica, «que es algo que no podemos dejar de lado». «Los datos que vemos de Reino Unido nos hacen estar alerta porque en el momento en que llegó a ser la variante predominante hubo un importante aumento de casos», señaló, antes de añadir que «a Reino Unido le cogió con unas restricciones no tan importantes como las que hay en Ibiza». «Eso es una ventaja para nosotros porque ya sabemos lo que pasó allí», destacó.

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Lo que sí que tiene claro es que esta cepa terminará siendo la predominante en las islas: «Lo previsible es que ahora en Ibiza esté sobre el 30% y que vaya aumentando. Esperemos que sea lento, pero calculo que en marzo será la predominante, al menos en Ibiza».

Además, mostró cierta preocupación por una posible segunda variación añadida a la cepa británica: «Hay que estar atentos. Esta nueva variante podría aumentar la transmisión y la severidad».

Por último, sobre la posibilidad de que terminen llegando nuevas cepas a las islas, Arranz fue práctico: «La británica es la que tenemos en casa y es la que nos debe preocupar ahora. Cuantos menos casos tengamos cuando se haga la predominante, mejor», concluyó.

Un nuevo fallecido
El Área de Salud de Ibiza y Formentera notificó ayer el fallecimiento de una mujer de 76 años con COVID-19, que estaba ingresada en la UCI del Hospital Can Misses.

Además, en la última jornada se detectaron 20 nuevos positivos, una cifra que ha ido descendiendo desde que el 20 de enero se contabilizaran 414 positivos, la cifra más alta registrada. Ayer, las Pitiusas contabilizaban 2.520 casos activos, 55 de ellos en Formentera.

Además, también desciende el número de personas hospitalizadas, con 95 pacientes en las unidades covid y 20 en UCI. En cuanto a los profesionales, hay 92 sanitarios bajo vigilancia, 53 de ellos positivos.