Una profesora atiende con abrigo a un alumno durante la ola de frío. | Daniel Espinosa

Bajas por cuarentena de profesores que no llegan a sustituirse, envío de alumnos con síntomas COVID a casa a diario, agotamiento mental y físico por el permanente estado de alerta y control de las medidas sanitarias. Los sindicatos educativos dibujan una situación de extrema complejidad en Ibiza. Aseguran que se cumple con los protocolos y los centros educativos son espacios seguros, pero el impacto de la enfermedad en la isla ha generado tensión en las aulas. Nadie quiere un escenario C, el que plantea el cierre de los centros educativos, pero todos lo atisban en el horizonte.

La STEI intersindical reclamó en una nota medidas excepcionales para Ibiza debido a la situación epidemiológica. Su portavoz, Pere Lomas, considera que la situación pandémica de la isla es suficientemente seria como para que la Conselleria d'Educació tome medidas concretas en el territorio «y no vaya a piñón fijo en todo el territorio balear». «Cribajes masivos en los centros, adelantar la vacunación del profesorado, cierre de los centros si se considera necesario, nosotros podemos hacer propuestas pero la Conselleria debe tomar decisiones», indica.

Lomas también manifiesta su preocupación respecto a las bajas entre el profesorado y dice que «las cifras no cuadran» entre los datos que da la Conselleria y la información que el sindicato recibe de los centros. «Hay problemas para cubrir todas las bajas y hay clases que están sin profesor».

Bajas continuas que también denuncian desde el sindicato UGT. «Tenemos falta de profesores de Matemáticas, Economía, Lengua Catalana... por culpa de bajas que no se cubren con la celeridad que se nos había dicho. Hay centros que envían a sus alumnos al patio», explica el portavoz del sindicato en Ibiza, Constantino Davia.

Hay centros, según les hacen llegar sus afiliados, en los que el número de bajas hace insostenible la situación. Puso el ejemplo de uno en el que hay tres profesores positivos y diez en cuarentena, lo que puede suponer un 25%-30% del claustro.

Un problema que dice que sólo se da en Ibiza y Formentera y por eso reclama la atención por parte de la Conselleria. El sindicato consideró en una nota de prensa que «la situación de la enseñanza secundaria está al borde del colapso», por lo que solicitarán hoy una reunión para tratar el caso particular de la isla «que la administración quiere dotar de normalidad cuando no es así».

Noticias relacionadas

Dice que el cierre de los centros y el paso a un escenario C es algo que se quiere evitar a toda costa, «pero si la situación no se revierte no descartamos pedirlo».

Mario Devis, de CCOO, también muestra su preocupación por la existencia de «más bajas de las debidas». Algo que recuerda que pasa de forma generalizada en todos los sectores. «Lo importante es intentar que el servicio no pare [...] la presencialidad es fundamental, sobre todo con los más pequeños. Pero esto vendrá marcado por la situación sanitaria».

Respecto a un hipotético escenario de educación íntegramente a distancia, considera que los centros están más preparados que al final del curso pasado, pero sigue existiendo un importante déficit de material. Sobre todo dice que sería un problema para las familias.

La presidenta de la FAPA, Pepita Costa, dice que las familias no quiere ni oír hablar de ese hipotético cierre de los centros escolares. «Muchas familias siguen sin estar preparadas para una digitalización de la educación. Ya hemos dicho que la semipresencialidad está provocando que la atención de los alumnos los días que no asisten a clase no sea la correcta».

Pide que los centros educativos sea «lo último que se cierre y sólo si se demuestra que en los centros escolares hay cadena de contagios». Indica que, en caso de que se produjera el cierre de centros, se solicitaría a la Conselleria que se suspendieran las clases para poder recuperarlas más adelante.

El Govern no se plantea cancelar las clases
La portavoz del Govern, Pilar Costa, aseguró ayer que pese a que la situación en Ibiza «es muy preocupante» no se plantean cancelar las clases presenciales. «No está contemplado en este momento», señaló. Esta decisión viene motivada por la «baja transmisión» que hay en las aulas y porque creen que antes de tomar otras decisiones hay que esperar a ver cómo evoluciona la situación epidemiológica después de las medidas «duras y contundentes» en vigor en la isla. Por último, sobre una posible vacunación de los docentes, aseguró que se seguirá la estrategia marcada por el Ministerio.