Los restauradores acatan los cierres impuestos por el Govern. | Pilar Pellicer

El Govern tiene movilizados a cerca de medio centenar de inspectores de diferentes conselleries, todos los disponibles, para perseguir el incumplimiento de las restricciones de control sanitarias anti COVID impuestas sobre la restauración especialmente de cara a posibles fiestas o reuniones ilegales en Nochevieja o Reyes, anunció ayer la consellera d'Hisenda y Relacions Exteriors, Isabel Castro.

Castro, acompañada por la consellera de Salut y Consum, Patrícia Gómez y la directora general de Turisme, Rosana Morillo, añadió que la normativa que rige en el sector de la restauración hay que cumplirla «pero más todavía en la actual situación de contagios que hay. Hay mucha preocupación y hay que actuar».

Resaltó que tan solo la organización de una fiesta en estos días de Navidad y Año Nuevo, sin necesidad de que se celebre, puede suponer una multa de hasta 600.000 euros. Apuntó que desde junio ya se han propuesto sanciones por de 800.000 euros. «Los cierres pueden durar hasta tres años», recalcó.

Preguntada sobre las sanciones, afirmó: El objetivo no es recaudar ni sancionar, sino que se cumplan las medidas sanitarias aprobadas».

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Asimismo, Castro señaló que tal como contempla el Decreto Ley 11/2020 de 10 de julio, por el que se establece un régimen sancionador específico para hacer frente a los incumplimientos de las disposiciones dictadas para paliar los efectos de la crisis ocasionada por la COVID-19, «se podrán tramitar judicialmente todas las sanciones impuestas, con las respectivas alegaciones».

Unión patronal

Las patronales ibicencas, Pimeef, Cámara de Comercio, Caeb, Ocio de Ibiza, la Federación Hotelera y Fomento del Turismo emitieron ayer un comunicado conjunto en el que hacen un llamamiento a la responsabilidad ante el repunte de contagios de los últimos días. «Ignorar las medidas de seguridad en Nochevieja pueden poner el riesgo a los más vulnerables y aumentar la presión hospitalaria».

Asimismo, solicitan que no solo se abstengan de acudir a las fiestas ilegales que se puedan celebrar sino que denuncie su existencia.

«La actitud de cada uno es clave para salvar vidas. Debemos evitar que la cifra de contagios siga creciendo. Entre todos debemos bajar la curva y lograr que Baleares sea un destino seguro, no sólo está en juego la salud, sino el futuro económico de miles de familias en las islas», señala el comunicado.