Un hospital lleno de sonrisas y alegría

A las ocho en punto Pastilla y Titiritona ya estaban en la puerta del centro hospitalario «con los motores repletos de energía» para empezar su ruta en la zona de Pediatría. Cargadas de ilusión y esperanza, con sus atuendos coloridos y sorprendentes, sus narices rojas y su guitarra y su acordeón, recorrieron las distintas unidades de hospitalización, Rehabilitación, Radiología y Urgencias, y en algo más de cuatro horas, en torno a las doce cuando terminaron, el hospital parecía otro tras haber conseguido arrancar una sonrisa a todo el mundo con su vitalidad y su sentido del humor. «Nos pasan una lista por la mañana y luego vamos pidiendo permiso para entrar en las habitaciones e interactuar con ellos porque lo más importante es que podamos transformar esos malos momentos que están viviendo en otros positivos y buenos», explicó ayer a este periódico la enfermera Titiritona.

Ellas no tienen nada preparado y aunque tienen unas pautas más o menos fijas, van improvisando según con quien se encuentran. Algo que hace que cada una de sus apariciones sea diferente y especial, sin importar si es una enfermera, el doctor Bartolomé Bonet, jefe del servicio de Pediatría del hospital o el pequeño Gerard, de cinco años y con un problema en una mano. En su caso, le interpretaron una original canción sobre dinosaurios tras ver unas cartas que tenían sobre la mesa y el resultado no pudo ser mejor, viendo el tamaño de las sonrisas del pequeño y su madre. «Lo más importante para nosotros es saber que llegamos al corazón de muchas personas pero también cómo cada una de ellas llegan al nuestro haciéndonos un poco mejor cada día».

Los miembros de Sonrisa Médica recorren las zonas de extracciones, consultas externas, urgencias, rehabilitación, neonatos, trauma, hemodiálisis, el hospital de día o las especialidades médicas, únicamente una vez a la semana, los jueves de 08.00 a 12.00 horas, pero les gustaría poder hacerlo de forma más habitual. «Nuestro público no son solo niños, sino también adultos de todas las edades, porque lo que buscamos es poder dar un poco más de luz a los pasillos que siempre son un poco tristes en un hospital y ahora, que desgraciadamente todo es mucho más negativo, intentar que olviden el coronavirus y todo lo malo que les rodea aunque sea solo unos minutos, y por ello estamos dispuestos a venir todos los días que haga falta», aseguró con una gran sonrisa la Doctora Pastilla.

Sin embargo, no son ajenas a que ahora, con el coronavirus por medio, todo ha cambiado mucho. Hace tres meses y medio, cuando tuvieron su última aparición, podían repartir abrazos y ahora lo hacen manteniendo la distancia de seguridad y sus grandes sonrisas y sus gestos quedan tapadas por las mascarillas. «Todo es diferente pero la ilusión la mantenemos intacta y como además sabemos que es muy importante concienciar sobre que tenemos que seguir las normas, nuestra nariz roja siempre está sobre nuestra mascarilla, llevamos un metro para mantener lo más posible los dos metros de distancia y no chocamos las manos ni damos besos sino que nos chocamos los pies y los codos», explica Titiritona.

25 años de trabajo
Sonrisas Médicas es una asociación sin ánimo de lucro, pionera en España en el ámbito del acompañamiento de Payasos de Hospital a pacientes y declarada de utilidad pública por el Ministerio del Interior en 2004. Ha cumplido más de 25 años llevando las sonrisas a personal y pacientes del Hospital Universitario Son Espases, el Hospital Universitario Son Llàtzer, la Fundación Hospital de Manacor, el Hospital Comarcal de Inca, el Hospital General Mateu Orfila y desde julio de 2018 en el hospital Can Misses gracias al apoyo que reciben del Govern balear, el Consell d'Eivissa y empresas privadas de la isla. Sin embargo, este año se enfrentan, como muchos otros, a un escenario difícil debido al coronavirus en cuanto a recursos económicos y por ello agradecen toda ayuda posible por medio de su web www.sonrisamedica.org.

A nivel balear trabajan 20 profesionales y en nuestra isla hay una delegación de cuatro especialistas, la Doctora Pastilla (Te hace sentir de maravilla. Portando alegría por toda la isla), Titiritona (Tanto si suena como si no, a todo el mundo revoluciona), Destrangis (Lo soluciona todo en un plis. Como es de mantenimiento... se mantiene estupendamente) y Lola Cortisona (vengo a decir hola! Y eso...Mola! Como una olla estoy como una olla).

Todas son profesionales de las artes escénicas y cuentan con múltiples recursos artísticos para adaptar su actuación a cada situación. Además, reciben formación psicológica y formación sanitaria básica para poder llevar a la práctica los protocolos de protección y seguridad necesarios, así como conocer el vocabulario y las principales intervenciones en las que colaboran con frecuencia a demanda del personal sanitario.