Este estudio reclamado por el Servicio de Salud tras el trabajo de la auditoría de los técnicos del Área de Salud de Ibiza y Formentera fue encargado a finales de 2018 tras los episodios de moscas en los quirófanos del hospital ibicenco que obligaron a cerrar el bloque quirúrgico durante un mes hasta que fueron solucionados estos problemas. Esta incidencia fue muy sonada ya que se produjo más de un foco de moscas que paralizó la actividad de los quirófanos, siete de las salas fueron cerradas, solo el paritorio y urgencias permanecieron abiertos para atender los casos más acuciantes. Las moscas no fueron los únicos problemas que surgieron por aquel entonces. También hubo un caso de un hongo ambiental que obligó a cerrar varios de los quirófanos.
La auditoría llevada a cabo por la empresa Tragsa, con dos técnicos: una arquitecta y un ingeniero industrial, tenía como objetivo analizar y evaluar el estado técnico principalmente del bloque quirúrgico. Se inspeccionó la calidad de la construcción y su estado de conservación, así como el uso que se realizaba, estudiando la seguridad industrial de las instalaciones o la seguridad frente al riesgo biológico. Todo ello con el objetivo de identificar hábitos de operativa o de conservación inadecuados.
Así pues, según señaló ayer el Servicio de Salud, en el hospital se encontraron «graves deficiencias» tanto en la estructura, como en el servicio de mantenimiento del mencionado espacio.
Los expedientes
Yago Gómez, subdirector de Infraestructuras del Servicio de Salud, explicó ayer el motivo de cada uno de los cuatros expedientes abiertos. El primero de ellos viene derivado por defectos en la construcción de la instalación. Otro se corresponde con las deficiencias en las labores de mantenimiento que debe explotar la empresa concesionaria. El tercero expediente se impone por la desobediencia o la obstrucción a las órdenes de la administración durante el episodio de las moscas en el verano de 2018. Por último, el cuarto expediente sancionador procede por el incumplimiento de la normativa de seguridad y salud durante las obras realizadas.
Desde el Servicio de Salud destacaron en que los problemas surgidos en 2018 que motivaron este estudio ya están completamente solventados desde que se dieron aquellas incidencias que obligaron al cierre durante un mes. «Estas deficiencias se detectaron en aquel momento y se hicieron obras para subsanar esas deficiencias y poder volver a abrir los quirófanos», explicó Gómez, antes de insistir: «Ahora lo que se está haciendo es acabar un trámite administrativo después de una serie de informes y auditorías, pero las deficiencias ya están solventadas con aquellas obras».
8 comentarios
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Vuelve a leer la noticia que se ve que no te has enterado demasiado de lo que pone.
Del erario público ha salido este hospital, alguien cree que se va a solucionar algo? Somos unos ingenuos, pero esta claro que la culpa de todo la tiene el COVID , eso de las moscas era un indicio de que el virus ya estaba entre nosotros en forma de políticos, tecnicos y demás fauna de empleado público que con una firma hacen hucha.
Y esos volados a ambos lados del edificio que quedan tan bonitos pero se llevaron una buena parte del presupuesto.....
Grande tito floren. Tu si que sabes !!!
Se debe investigar a fondo..pero lo dicho...si se investiga bien nos quedamos sin hospital..esto es lo que ocurre por concesionar servicios públicos al mejor postor (oferta de menor importe para prestar un servicio que tiene un precio)...entonces deben ahorrar en todo: instalaciones, material, equipamientos, etc....para tener beneficios...mejor no saber...
La concesionaria Gran Hospital Can Misses SA factura 16 millones de euros al año, buena parte la cobra del Govern Balear. Una multa de 380000 euros, 2%, no debe ser muy dolorosa....
Si se hace una inspección a fondo en Can misses había que cerrarlo inmediatamente , pero nos quedaríamos sin hospital
y quien evalua a sanitarios??? porque creo hay muchos que se matan trabajando y otros que a veces saben que estan trabajando porque cobran a final de mes.