Calles semidesérticas y demasiados interrogantes entre los escasos comercios, bares y restaurantes que resisten abiertos en la zona perimetrada. Se enfrentan con resignación a las consecuencias de este nuevo encierro parcial y están tomando las decisiones a diario. Resistir o irse a casa, esa es la cuestión. No se planifica nada. Se trata de salvar la caja de hoy porque mañana o pasado podrían echar el cierre, como ya han cerrado o lo harán en los próximos días la docena de hoteles y hostales que se han visto incluidos en el epicentro de la pandemia en Sant Antoni.
Aunque el Ayuntamiento ha hecho un balance positivo del viernes, la primera noche del confinamiento, y la Policía Local ha constatado que todos los bares y restaurantes afectados están cumpliendo el cierre a las 22 horas, la realidad en la calle revela que la situación de muchos negocios del West está al borde de la quiebra. El invierno se prevé muy duro.
Las medidas excepcionales estipuladas por la conselleria de Salut en Sant Antoni se prolongarán durante 15 días, lo que significa otra vuelta de tuerca para las empresas de hostelería y ocio tras una temporada «inexistente». Mientras Protección Civil patrulla la zona con megafonía en tres idiomas, los negocios del West no saben si podrán aguantar dos semanas más así.
«Esta situación no tiene lógica. Hubiera sido mejor habernos confinado a todos en casa, pero así no se arregla nada, y además la gente se sigue moviendo y nadie dice nada». Juan Antonio, distribuidor de carne, y Jaume, del restaurante Rias Baixas, en la calle Ignasi Riquer, resumen de esta forma una opinión generalizada en el casco antiguo de Sant Antoni. «Aguantaremos lo que podamos», expresa Jaume con resignación, mientras Juan Antonio revela que en las últimas horas le han anulado más de la mitad de los pedidos que tenía para hoteles de la zona.
La cascada de cancelaciones de las reservas de los turistas en los últimos días ha sido la puntilla para un sector de hostelería que ya estaba siendo sometido a restricciones horarias. «No entendemos los criterios, pero nos lo estamos tomando con resignación», lamentan Paco y José Muñoz, dos hermanos que regentan desde hace 34 años el bar Godfather's y que ahora han decidido abrir por la mañana para probar si funciona el negocio. Pero no son demasiado optimistas: «Aquí antes empezábamos a trabajar a las diez de la noche y ahora hay que cerrar a esa hora». Con apenas tres clientes del barrio sentados en una mesa, estos hermanos resistirán como sea porque ya no pueden tener personal. «Somos autónomos y tendremos que comer de algo, así es que aquí aguantaremos como podamos».
Toni padre y Toni hijo regentan el veterano bar Támesis, en la calle Vara de Rey, que reunía hasta ahora a una clientela local e internacional atraída sobre todo por las retransmisiones de fútbol. A las 13 horas solo hay un cliente sentado en una mesa. «Ahora estamos pensando qué hacer con los partidos porque la mayoría son por la noche. La situación está siendo dura. Ya no pasa nadie por la calle», explica el hijo, que recuerda que el bar, fundado en 1971, abre todo el año y lleva funcionando 50 años con el mismo propietario. Ahora todo ha cambiado. «Iremos decidiendo sobre la marcha, día a día, partido a partido, a ver si salen las cuentas».
En una esquina de la calle Sant Mateu se encuentra Bocata Exprés. Su propietaria, María, aún no ha decidido si cerrará por la tarde. Se muestra crítica. «Esto no va a servir para nada porque la gente se sigue moviendo. Es una incoherencia cerrar una calle sí y otra no. Esta mañana he tenido clientes que en teoría están confinados y otros de fuera del pueblo que no podrían haber entrado aquí. En el Paseo pueden abrir y aquí no; en la zona del Café del Mar y el Mambo no están confinados y aquí sí: no se entiende», expresa, al tiempo que considera que hubiera sido mejor confinar a todo el pueblo. El viernes y ayer sábado ya cerró a las 20 horas, dos horas antes de lo habitual, y a partir de ahora irá analizando la situación sa diario.
Para Miguel y Nati, que regentan el Doner King's Truck, en la calle Sant Antoni, «lo primero es la salud. Los políticos no son culpables. Quejarse es muy fácil, pero la verdad es que falta información. Solo sabemos lo que dice el periódico». Habituados a trabajar por la noche, ahora abren por la mañana y han adquirido una máquina de churros para adaptar el negocio a la nueva realidad. A mediodía, solo hay un cliente. «Vamos a probar, a ver si vienen clientes; si vemos que no pasa gente, cerraremos. Estamos defendiéndonos como si fueran días del invierno pero con calor», expresa Miquel, que perdió a su padre en abril por el covid. Y añade que sería un buen momento para arreglar el casco histórico, «replantear las cosas, renovarlo, revaluarlo como han hecho otras ciudades».
19 comentarios
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Maria tienes razón en que son sólo dos semana y lo importante es que la gente se junte menos en bares y demás, pero si no se cumple y no se controla ¿de que sirve?. Había menos gente por la calle que un 20 de septiembre normal, pero no que la semana pasada. El sabado diversos amigos mios han quedado en un bar de fuera de la zona (dónde no cumplen las medidas por cierto), viviendo algunos dentro y otros fuera. Habían pensado excusas por si les veía la polícia (porque hay tantas exepciones que..), excusas que no les han hecho falta porque no hay contro alguno. Hoy han quedado otros tantos en casa de uno de dentro de la zona, viniendo todos de diversas partes. Ya están planeando futuras quedadas. Lo dicho, ni se cumple ni se controla. Si por lo menos la gente tuviera miedo a una posible multa se lo pensaría dos veces, pero eso sería hacer trabajar al ayuntamiento con instrucciones y a los agentes con acciones; y son demasiados años como para cambiar ahora las costumbres..
Buenas letras la de la reportera de la BBC ??,, le hacen caso en el Reino Unido ??? pues eso,, como si un reportero español, dijera que los ingleses se contagian menos por estar mas al norte,,,, harían caso los Británicos caso al reportero español ?? en fin,, los españoles somos así,, hundimos al de casa y elogiamos al de fuera..,, así nos va..
No és cert tot el que es diu per aquí. Hi ha claeament menys gent per enmig, la majoria dels que estam comfinats hem anat a comprar o a fer lo que era necessari i hem tornat a casa. I a ses botigues s'hi veu poca gent segurament perque sa des alrededors no ha entrat a zona confinada poguent anar a altres llocs a comprar. Voleu dir que és per tant? Son dos setmanetes de semiconfinament que poden servir per abaixar es contagis! Lo important és que la gent estigui més a casa i menys pes bars o en grup. Si baixen es contagis i evitam confinament total ja estarà bé!!!
Esta situación es cómica por lo surrealista. Primero porque he estado en algún bar (al que no pienso volver en la vida) en el que la camarera dentro de la barra, sin mascarilla, ni siquiera en el papo para disimular, con varias persona juntitas en la barra, se queja de la gente que hace botellón y va por la calle sin mascarilla y por ello confinen... Y segundo, porque aqui ni un sólo día se ha hecho nada por evitar los botellones de todo el verano en caló des moro o porque la gente no cumpla las normas. He visto local y GC pasando al lado de gente sin mascarilla como si nada. Ahora semiconfinan una parte del pueblo (que para eso haberlo confinado todo). Me he dado una vuelta en coche porque me pillaba de paso, ayer y hoy, y no he notado ningún cambio quitando que los bares anoche cerraron a las 22h. Misma cantida de gente, todos entrando y saliendo sin control, y no he visto un solo agente de la autoridad en ningún lado. Berlanga o Jose Luis Cuerda se pondrían las botas con nosotros.
En Sant Antoni alguien está haciendo dejación de funciones . ¿ Alguien puede confirmar si desde el Viernes a las 22 h. algún establecimiento ha retirado alguna mesa de su terraza para ajustarlo al nuevo aforo exigido ? Cuando confinen a todo el municipio no estará permitido lloriquear .
Que confinan el núcleo urbano, pues hablaremos del West para no perder la costumbre. No se cuantas veces habrán salido ya los hermanos Muñoz entrevistados. Menudo garrafon le meten a los guiris. A ver si alguna vez les preguntáis
En Sant Antoni alguien está haciendo dejación de funciones , no existe ningún tipo de control de las medidas restrictivas decretadas por el Govern, ni aforos , ni movilidad , ni mascarillas , etc .
¿De qué se quejan si todo el mundo entra y sale como si no hubiera confinamiento? El confinamiento está sólo en un papel porque la gente sigue haciendo lo mismo.
Bastante acertado, pero no esperes a que una corte de paletos lea una línea más allá de un periodicucho local. Bueno... como mucho acudirán a “maldita”, medio en el que colaboran los mejores científicos del barrio.