El mirador de es Vedrà es una de las zonas más famosas de Ibiza. | Toni Planells

La Policía Local de Sant Josep procedió ayer por la tarde al cierre del acceso al mirador de es Vedrá que hay un poco más abajo de la Torre de es Savinar, donde se reúnen cada día cientos de personas para contemplar la puesta de sol. Durante la tarde de ayer, este rotativo contabilizó hasta medio millar de personas. Mientras el goteo de gente, la mayoría sin mascarilla, iba llenando este rincón a pie del acantilado, alguien estaba preparando un espacio para hacer mojitos y empezaba a elaborar su receta. Muchos grupos llegaban cargados de bolsas de plástico con bebida para el bucólico ‘botellón', otros grupos, ya sentados, se liaban unos cigarros, mientras algunas familias empujaban el carrito del bebé. Todos ellos se hacían fotos con es Vedrà de fondo. Todos. La mayoría apurando el espacio horizontal hasta el mismo borde del acantilado donde un hombre murió al precicpitarse el pasado jueves. En esta zona también hubo un conato de incendio este pasado lunes día 17.

El ‘aforo' todavía no había llegado a su tope cuando miembros de la Unidad Refuerzo y Seguridad de la Policía Local de Sant Josep se presentaron en el mirador, como aseguran hacer habitualmente. Muchos de los cigarros se apagan apresuradamente bajo una piedra antes de que bajaran los agentes, que no tardaron en desmantelar el chiringuito de mojitos que se estaba organizando. En este caso, la receta de mojitos fue a base de una denuncia y la retirada del material. Más tarde, justo en el momento en el que se ponía el sol, la Policía Local regresó para seguir controlando, no solo las mascarillas y los mojitos, sino también el consumo y la tenencia de drogas.

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A la zona llegaron ayer por la tarde también dos miembros de Protección Civil, que pasearon entre la multitud recordando el uso de la mascarilla y avisando de la peligrosidad de las zonas donde muchos seguían con sus selfies. Su presencia logró aumentar el uso de mascarillas en toda la zona. Un grupo de asistentes precisaron de su atención ya que, al parecer, otro grupo había llegado después que ellos y les estaban tapando la vista. Pese a la encomiable labor que siempre realizan los miembros de Protección Civil, en esta ocasión no pudieron ayudar a solucionar ese problema.

Cuatro patrullas

A medida que el sol iba cayendo en el horizonte, el flujo de gente iba en aumentando y el camino que llega al mirador estaba cada vez más lleno de personas. En el mirador ya se contaban por cientos cuando el sol empezó a esconderse. Pero, de repente, ese flujo se paró en seco. Y es que otra unidad de la Policía Local de Sant Josep cortó el acceso al camino por exceso de personas. Hasta cuatro unidades de Policía Local acudieron ayer a esta zona costera del municipio: tres unidades controlaron los accesos y la cuarta patrullaba por los distintos lugares en los que se concentra cada día la gente para ver la puesta de sol.