Las pandemia de la COVID-19 se está disparando en los últimos días y el número de casos no deja de crecer en las Pitiusas. Ayer no fue una excepción y el techo de casos activos se situó en 214 después de que se registrasen 17 nuevos contagios por ocho altas en las últimas 24 horas. Como viene siendo comun en estas últimas semanas, según informó el Área de Salud de Ibiza y Formentera, la totalidad de estos nuevos contagios detectados en lsa consultas de Atención Primera corresponden a personas con síntomas de carácter leve o asintomáticos. 12 de ellos se han dado en Ibiza, mientras que los cinco restantes pertencen a Formentera. Todos ellos recibirán seguimiento domiciliario. Además, cabe destacar que el único paciente que se encontraba en UCI ya ha pasado a planta dada la mejoría de su situación. Junto a él, hay otras seis personas ingresadas en Can Misses, a las que hay que sumar las cinco que se encuentran en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, lo que hacen un total de 12 personas hospitalizadas. También aumenta el número de personal del Área de Salud de Ibiza y Formentera que ha dado positivo. Actualmente son 15 los casos confirmados y otros 69 profesionales en vigilancia. En cuanto a las altas registradas, tres son los migrantes que estaban hospitalizados en Can Misses, dos son pacientes leves de Ibiza y tres de Formentera. Equipos latentesAunque el número de casos es cada vez más alto, lo cierto es que la situación no es tan crítica en lo que al número de casos graves se refiere. En las dos últimas semanas se han registrado más de 180 casos y solo uno requirió de ingreso en UCI, unas cifras muy dispares de las que daban en el momento más crítico de la pandemia. Aún así, Can Misses está preparado por si la cosa se complica y se dispara también el número de casos graves. El Área de Salud pitiusa señaló que si fuese necesario la Unidad de Media Estancia de Ca Na Majora se podría volver a habilitar en pocas horas, ya que solo habría que asignar personal, con sus 56 camas reservadas a enfermos procedentes de residencias de ancianos y pacientes leves que no puedan garantizar la distancia de seguridad en sus domicilios. Ha desaparecido el hotel medicalizado, pero el hotel puente sigue estando disponible para aquellos turistas que den positivo, y también para casos leves con problemas para garantizar el aislamiento. Estos hoteles puente son La Noria en Ibiza con 84 plazas y el Es Pi 2 en Formentera con 19 camas. Asimismo, desde el Área de Salud señalaron que en cualquier momento se pueden volver a tomar las mismas medidas que se tomaron durante los momentos más duros para volver a ampliar el número de camas UCI, que actualmente es de 15. Señalaron que estas se podrían dejar exclusivamente para pacientes COVID-19 y habilitar las 11 camas de la URPA para el resto de casos. Igualmente se podría llegar hasta un total de 44 camas habilitando el bloque quirúrgico. También está preparado el gimnasio del servicio de rehabilitación que fue equipado con 25 tomas de oxígeno que en los primeros meses de la pandemia no hicieron falta, pero que están ahí por si fuesen necesarios. Además, el hospital podría prácticamente doblar su capacidad convirtiendo muchas de las habitaciones individuales en dobles. Cabe recordar que el centro contaba con 44 camas para pacientes COVID en la Unidad de Medicina Interna F y con 33 camas en la Unidad de Medicina Interna G para casos sospechosos. El Área de Salud señala que espera no tener que recurrir a estas medidas que se preparon en su momento, pero que todos estos equipos están en un estado latente y que la puesta en marcha sería prácticamente inmediata. Desde el Área de Salud destacaron el trabajo que se está realizando en el Laboratorio de Microbiología del Hospital Can Misses, donde el lunes se realizaron un total de 500 PCR para dar cobertura a las necesidades actuales de cribados. Cabe recordar que el hospital ibicenco realiza ya todas sus PCR desde hace 11 días. El SOIB de Sant Antoni, cerrado por el positivo de un trabajador El sindicato CSIF Baleares denunció ayer un positivo en las oficinas que el SOIB y el SEPE comparten en Sant Antoni. Este caso ha hechoque la oficina haya tenido que cerrar sus puertas al público y que se haya puesto en cuarentena a todos los funcionaros que trabajan allí. Desde el CSIF también denunciaron que la oficina es tan pequeña que «no permite cumplir con la distancia de seguridad entre los trabajadores, los cuales se ven expuestos diariamente a un mayor riesgo de contagio». Además, señalaron que saben que se está buscando una oficina más grande, pero aseguraron que la demora es «inaceptable».