El incendio junto a ses Feixes movilizó a una dotación de bomberos y varias patrullas de la Policía Local de Ibiza y Policía Nacional. | Paco S. Pérez

«Estaba en casa y he oído una serie de pequeñas explosiones y al mirar ya hemos visto que de la casa salía una columna de humo negro. La Policía y los Bomberos han llegado muy rápido y ahora la incertidumbre es saber si había alguien dentro o no». Eran palabras de Francisco, uno de los vecinos de es Pratet que ayer a mediodía se sobresaltaron por el incendio declarado en una vivienda abandonada en el tramo final de la calle Mallorca, en Vila.

Francisco y un nutrido grupo de vecinos seguían a una distancia prudencial el trabajo de los bomberos. Minutos después de las 16.10 horas y tras inspeccionar todas las estancias de la destartalada casa, los bomberos confirmaban a los agentes de la Policía que en el inmueble no había ninguna persona.

Llamas, humo y explosiones

La alarma saltó minutos antes de las 15.30 horas, cuando del interior de la vivienda empezó a emanar una columna de humo negro.

Hasta el escenario del incendio se movilizaron varias patrullas de la Policía Local de Ibiza, Policía Nacional y efectivos de Protección Civil, así como una dotación de bomberos y una ambulancia del 061.

Los agentes de la Policía Local acotaron los accesos a la zona para facilitar el trabajo de los bomberos y la posible llegada de nuevas unidades de refuerzo.

Los bomberos atacaron el fuego en un primer momento desde el tejado de la vivienda y para acceder a algunas estancias de la casa tuvieron que tirar mano de las mazas.

«Desde hace tiempo venimos diciendo que esa casa es un foco de problemas. Al pertenecer a ses Feixes no se puede tumbar, pero está abandonada y desde hace tiempo está ‘okupada'. Últimamente suelen haber un par de toxicómanos», relató otro de los vecinos presentes durante la intervención de los bomberos.

Algunas estancias del inmueble habían sido tapiadas para evitar la ‘okupación' y los bomberos tuvieron que tirar abajo esos «sellados» para comprobar que no quedaba nadie en el interior, al tiempo que trabajaban en la extinción de las últimas llamas y refrescaban los rescoldos y los puntos calientes alimentados por la basura acumulada en el interior.

En torno a las 17.00 horas, los bomberos daban por extinguido el fuego y, poco a poco, los vecinos fueron regresando a sus casas y advirtiendo que «si no se pone una solución, en poco tiempo volveremos a tener un susto similar». En la memoria de muchos de los presentes, el incendio que el 5 de marzo de 2017 arrasó ocho hectáreas de ses Feixes.