imagen de archivo de un camarero llevando las consumiciones en un beach club. | Daniel Espinosa

La llegada de mayo debería suponer el inicio de la temporada, y este abril al que le queda este jueves ya hubiese conllevado un gran movimiento de turistas. La crisis del COVID-19 ha destrozado las cifras y las previsiones económicas de la isla para unos negocios que empiezan a ver el horizonte tras conocer las fechas de la desescalada, pero que aún no saben cuáles serán los protocolos a seguir. Un futuro incierto que muchos no podrán superar.

Tras la rueda de prensa de Pedro Sánchez del martes, en la que el presidente explicó las diferentes fases de la desescalada, los negocios de hostelería abrirán parcialmente sus terrazas el 11 de mayo –el día 4 en Formentera–, habrá que esperar un poco más para que se puede estar en el interior. El presidente de Pimeef Restauració, Joan Riera, confía en que para junio ya pueda marchar todo, «siempre y cuando cumplamos las condiciones sanitarias necesarias».

En cuanto a las medidas que tendrán que tomar, Riera señaló que no es fácil porque se desconocen las condiciones que impondrán desde el Gobierno: «Estamos trabajando en ello, pero no hay nada concreto. Hay que adaptarse a unas medidas que aún no conocemos». Por eso pide a los negocios que esperen a que se conozcan de manera oficial antes de hacer inversiones. Lo que sí se sabe ya es la reducción de aforos. Por eso, Riera aventuró que habrá que hacer varios turnos de comidas.

Al ser cuestionado por los numerosos cambios que supondrá esta reapertura, Riera aseguró que le recuerda en cierta medida a la Ley del Tabaco: «Sabíamos grosso modo lo que venía, pero no con certezas. Para los clientes también fue raro, pero es cuestión de educar a la gente y que se vaya normalizando».


Terrazas
Las terrazas serán la clave de este futuro. «Es lo que nos va salvar a muchos. La gente que no tenga capacidad para tener terraza lo va a pasar muy mal. Desgraciadamente, habrá muchos que no puedan abrir», lamentó.

En cuanto al problema turístico, quiere ser optimista: «Nosotros, los pequeños hosteleros, tenemos la ilusión de tirar con el turismo nacional. Será una Ibiza como la de los años 70, no habrá aglomeraciones y los que vengan disfrutarán mucho».

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Por último, advirtió que lo más importante es que se pueda abrir, «no se debe parar hasta 2021. Tenemos que llenar el calendario de eventos, bien sean deportivos o de otras cosas para que siga viniendo gente».


Beach clubs
«En el sector del ocio, los beach clubs nos van a salvar a la temporada». Son palabras de José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza. Benítez explicó que este tipo de establecimientos «son una opción muy buena para la gente que pueda venir. Ofrecen restaurantes, hamaca en la playa y la posibilidad de tomarte una copa con música. Ibiza es muy conocida por su música y tiene que seguir sonando». Además, valoró la importancia de estos restaurantes de playa para una temporada en la que, «de momento», las grandes discotecas parece que no podrán abrir sus puertas.

La mayor preocupación de Ocio de Ibiza está en la llegada de gente. Ven «difícil» que se pueda salvar la temporada con únicamente turismo nacional. «Sé que el Govern está haciendo un trabajo muy fuerte para conseguir salvar la temporada, pero estamos en manos de las compañías aéreas, dependemos de si quieren volar o no. Eso es lo que más me preocupa», confesó.

Por último, en el plano económico fue sincero: «El que tenga una empresa y haga unos números no muy negativos puede darse por contento. La gente está acostumbrada a vivir al día y muchos no van a poder aguantar y van a caer». Además, hizo una pequeña reflexión: «Llevamos años quejándonos del turismo masivo, pero, ahora, vemos que igual lo necesitamos. Puede ser un buen momento para regular y sentar unas bases para lo que está por venir». «En Ibiza somos expertos en sacarnos algo de la manga y algo hay que hacer, pero no será sencillo», concluyó.

EL APUNTE

Más de 2.000 negocios del sector en las Pitiusas

Según los datos del Insituto Balear de estadística, en el segundo trimestre del año pasado, en Ibiza había 1.796 empresas dedicadas a la hostelería, mientras que en Formentera eran 284. En el primer trimestre de 2020, antes del estado de alarma, el Ibestat había contabilizado 972 negocios en Ibiza y 96 en la pitiusa sur.