Eran las diez de la mañana de ayer y Rosa Ruiz -agente inmobiliario- le entregó, como cada semana desde hace seis años, una caja con alimentos y productos de primera necesidad a Cristóbal en el local que le cedieron en la calle Pérez Cabrero i Tur. Pese a que se encuentra en el paro, sigue colaborando. «Ahora, más que nunca, es cuando más falta hace», dijo Rosa. La fama de Cristóbal está creciendo. Lleva ya más de 1.100 firmas de apoyo en su página web de Facebook ‘La voz que nadie quiere escuchar'. Además, según contó, fue llamado por Ana Rosa Quintana para salir en su programa de televisión, pero rechazó la oferta. «No me fío de los periodistas ni de los médicos» podría ser su frase de cabecera. Pese a todo, atendió a Periódico de Ibiza y Formentera.
¿Sabe en qué consiste la propuesta de sanción?
—No. Tendrá que ser el director insular de la Administración General del Estado (AGE) el que decida si me mete en la cárcel o quiere multarme. Quizás tengo que pedir permiso para dar de comer a los que lo necesitan, no sé…
¿Cuánto tiempo piensa continuar con esta actividad?
—Hasta que me detengan, porque, visto lo visto, parece ser que a alguna mano negra no le interesa que demostremos que, sin recibir dinero y sin subvenciones públicas, se puede dar de comer a 200 familias.
¿Por qué no pide una licencia? ¿Tanto problema es solicitarla?
—Es que este movimiento social se creó sin esperar que sucedieran estas cosas. Antes lo hacíamos en plan particular. Éramos vecinos, jubilados, parados y gente con trabajo que nos estábamos echando una mano entre todos. Ahora esto se ha hecho grande y estoy de acuerdo en que habrá que pedir una licencia, pero estos no son momentos de burocracia, sino de ayudar a las personas. Si ahora nos ponemos a buscar permisos para dar de comer a quien lo necesite, cuando los hayamos encontrado se habrá muerto de hambre.
Desde alguna institución, ¿alguien se ha puesto en contacto con usted desde que está aquí?.
—Sí. Desde el Consell un cargo nos dijo que iba a colaborar en lo que pudiera y que, claro, los permisos… Hace un momento, el director insular de la Administración General del Estado me ha llamado por teléfono para decirme que está muy bien lo que hacemos, pero que hacen falta unos permisos y unos seguros. Yo estoy de acuerdo, pero el viernes aquí habrá 200 personas para comer. ¿Cerramos la puerta y nos ponemos a arreglar papeles? Yo pienso que primero son las personas y luego ya buscaremos los papeles. Tenemos todo en regla, cumplimos todas las normas de seguridad y de higiene. Que vengan ellos y lo comprueben.
Entregan estos productos los viernes, sábados y domingos. ¿Abrirán, aunque sea sin permiso?
—Sí. Hemos decidido que seguiremos abriendo porque no vamos a dejar a la gente sin comer. Si tenemos que dejar a la gente sin comer por no tener un permiso… Una autorización para dar de comer a la persona que lo necesita no es muy comprensible. Repito que tenemos todos los sistemas de seguridad posibles, con gente controlando que no se desmadre la cosa o dando guantes. Si en la cola encontramos gente con alzhemier, o personas mayores, o embarazadas, como el otro día, las acompañamos y les llenamos la bolsa. Lo que no se puede permitir es que, no por seguridad, sino por un asunto administrativo, tengamos que dejar de dar de comer a 200 personas con sus respectivas familias.
¿Qué espera que suceda en los próximos días?
—No sé. Yo estoy de acuerdo en que hay que buscar una licencia, pero no tenemos tiempo. Primero hay que dar de comer a las personas y después nos ocuparemos de la burocracia. Me han propuesto para sanción, pero yo seguiré viniendo aquí. Si deciden detenerme, que me detengan, pero me detendrán por intentar ayudar a las personas que lo necesitan.
¿Cómo lleva la relación con las instituciones?
—Supongo que Ayuntamiento y Consell estarán sentados y calentando los sillones. Yo creo que esto, después de diez años, habrá molestado a algunas ONGs que reciben dinero y subvenciones públicas. Ahora es cuando empiezan a llamar el Ayuntamiento y el Consell para intentar solucionarlo. Por mi parte, se va a solucionar lo que quieran. Lo queremos hacer todo legalmente, pero, de momento, aquí no ha venido nadie. Nos dicen que pidamos permiso, pero nosotros lo que intentamos es llenar las cajas para que la gente coma. Ya buscaremos permisos, pero primero que coman. Cuando todo el mundo haya comido, dormiremos la siesta.
Entonces, ¿los invitaría a ver la labor que realizan?
—Están invitados, pero es un problema, porque a todos cuantos invitamos les decimos que tienen que colaborar, quizá cogiendo una caja, y a lo mejor les cuesta. Aquí todos nos arremangamos y yo creo que a ellos quizá les cueste un poco. Están acostumbrados a estar sentados en la silla y posiblemente es más fácil venir a hacer presencia que a coger una caja.
16 comentarios
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Hace muchos años que existe el trapicheo con esto, independientemente de quien gestiona las ayudas. Gente que estuvo en Cruz Roja hace tiempo me contaba que tras currarse los lotes de comida para repartir, luego veían al yonki o piratilla de turno vender algo de esa comida en determinadas zonas de Ibiza ciudad o incluso un concreto inmigrante lo hacía en el mercadillo de Sant Jordi. Desgraciadamente, hay mucha gente honrada que está verdaderamente necesitada y hace un uso responsable de los recursos de Cáritas o Cruz Roja, pero también hay gente aprovechada que se beneficia injustamente de las ayudas.
Es verdad, Rosario, se ve a diario a muchos listillos trapicheando con latas de melocotones en almíbar y con paquetes de macarrones, y a muchos consumidores comprándoles a escondidas en las esquinas y en los parques... Lo de esos camellos y yonkis de los paquetes de lentejas es intolerable!! Anda que...
Esta muy bien repartir a la gente que menos tiene o no tiene nada pero debería estar controlado, para que verdaderamente lo reciban quien lo necesita y no algunos listos que luego trapichean con ello.
Para ser ateo confeso, es el que más lee, sabe y comenta de la Iglesia Católica ,,vamos manu, poquito a poco lo conseguiremos,,
Ya salió manumenorca opinando sin estar informado... como siempre. Caritas de todas las poblaciones ha aumentado la demanda y no ha cerrado ningún servicio de los que ya daba. El Vaticano ha dado una cantidad en efectivo para ayudas y también ha dado respiradores... pero algunos solo comentan los que les interesa... ¡¡anda ya!! eso tuyo manumenorca tiene un nombre: manía sin sentido. Deberías hacértelo mirar y que te receten algo, porque estás peor de lo que crees... leyendo tus comentarios ya se ve...
... imaginad que el ejemplo de este buen samaritano se expande y otros hagan lo mismo... a la larga grandes corporaciones como la iglesia se verían perjudicadas, pues habría una sensible merma de sus ingresos cuando los fondos de ayudas se repartan entre muchos que ayuden a la gente, y eso no lo puede permitir la iglesia... este señor está poniendo en evidencia a la iglesia, así de claro, una empresa extranjera que cobra millones del estado y sólo destina un paupérrimo 2% a su filial Cáritas... cuando este señor intenta hacer lo mismo, pero SIN cobrar un duro del estado, a diferencia de lo que hacen los religiosos
A estas alturas mueren más por obesidad que de hambre en Ibiza...esperemos que nadie le denuncie por intoxicación...dejad ya las películas y centraos en no contagiar...
On està i què pensa el batlle de Eivissa? No és comentari polític, vaig votar al psoe a las darreres municipals, però sembla que no està a l'alçada. Ja et val, Rafa....
A que espera los organismos oficiales para ayudar a legalizar la situación y la actuación que representa este hombre?, a que esperara el resto de Ongs a prestarle ayuda administrativa y burocrática para su legalización?., yo soy administrativo y me comprometo a ayudar con mi tiempo para poder hacer los trámites pertinentes. Alguien más se apunta?
No será más fácil que este hombre done lo que recibe a las entidades que reparten alimentos... Pero claro entonces solo podrán recibir estos alimentos personas que acrediten estar necesitadas y con cierto control.