Salut hizo una llamada para que salieran a primera línea de modo voluntario, aunque la vocación convierte la posibilidad de actuar en deber. Casi todos los estudiantes de los ciclos de grado medio de ‘Atención a personas en situación de dependencia' y ‘Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería' (TCAI) del IES Algarb están trabajando en las residencias y centros de asistencia de la isla. Su trabajo a lo largo de esta crisis ha merecido aplausos. También un mural de agradecimiento en la web del centro.
Prácticas
Vanesa Esteve llevaba apenas una semana de prácticas en Urgencias de Can Misses como TCAI cuando la enviaron a casa. Se suspendían hasta nueva orden. Era el 13 de marzo y se acababa de decretar el estado de alarma. «En esos momentos no poder estar en Can Misses era una impotencia grandísima. Esta profesión es vocacional, quedarse en casa ahora es como si le dijeras a un bombero que acaba de sacar la oposición que no apague un fuego cuando se está quemando su país», afirma.
Tras reflexionar, se incorporó a la bolsa de trabajo de la conselleria de Sanitat, que requirió estudiantes voluntarios para cubrir las necesidades de los servicios. Sobre todo residencias en el caso de Ibiza. Empezó el 6 de abril.
También estaba en prácticas Paco, él en la UCI de Can Misses. Dice que esa unidad, junto con Urgencias, es donde le gustaría acabar trabajando como auxiliar de enfermería.
Cuando suspendieron las prácticas, volvió a su centro de trabajo. Es celador en la residencia Sa Serra desde hace dos años. «Sabía que mi trabajo era ayudar. Así es como se sale de las crisis, arrimando el hombro. Esta es grande, pero si todos aportamos nuestra experiencia se lleva mucho mejor».
Paco y Vanesa se muestran muy satisfechos con el trabajo realizado. La semana pasada se realizaron análisis los usuarios de la residencia. Todos dieron negativo.
En Sa Serra está otra estudiante de Técnico de Atención a Personas en Situación de Dependencia, Antonia. Explica que los protocolos son muy estrictos. Los estudiantes trabajan con supervisión, pero ella dice sentirse una más. Decidió ofrecerse para trabajar porque consideró que era lo correcto. Luego supo que el Govern les convalidará el trabajo realizado por el período de prácticas.
Y es que la teoría no tiene un sentido real hasta que no la aplicas. Eso es algo que está viviendo en su día a día Ana, estudiante de primero.
En su caso, hace tareas de de apoyo de auxiliar. Empezó el día 10 a trabajar. Siempre va con un responsable con titulación que supervisa su tarea y ella ayuda en todo lo que puede.
Dice que está aprendiendo de todo, sobre todo de trato con el usuario: «Cada persona es un mundo. En clase aprendes la teoría, pero luego esa teoría, cuando se aplica, no es tan cuadriculada».
Su esfuerzo es una muestra de su vocación. Sus profesores se mostraron muy orgullosos de la labor que realizan.
3 comentarios
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Sin dudar de la abnegacion y el coraje de los protagonistas del articulo, no puedo evitar pensar que prefiero que no me tenga que atender un estudiante, a no ser que este supervisado. En ningun caso deberia ser aceptable que realicen tareas que requieren el grado en un area en el se trata con personas, donde los errores pueden tener consecuencias impredecibles. hay que reconocer que, dadas las circunstancias, es mejor que les atienda un estudiante si no hay otra solucion. Sin embargo, todavia recuerdo a aquella neuropediatra que se hubo de marchar dejando a Ibiza sin atencion de esta especialidad. Quizas le exigieron mas de lo que podia dar.
Felicidades y mucho ánimo. Ojalá refuercen las residencias privadas que son las que más carencias de personal tienen. Falta que después los contraten, como merecen!!
¡¡VALIENTES!!, sois unos valientes, mi más sincera enhorabuena. Vuestra responsabilidad no tiene precio, para lo demás , educación pública. Aquí nos podemos dar cuenta lo importante que es la FP. Queda demostrado que no son estudiantes de segunda. Espero que cuando acabe esto os lo agradezcan.