Un grupo de cinco personas reunidas en las zonas comunes de una urbanización de Vila o un grupo de siete jóvenes conversando y fumando en una calle de Santa Eulària. Son algunos de los incívicos comportamientos denunciados durante las últimas 24 horas en la isla.
Tras un fin de semana intenso para combatir los desplazamientos innecesarios a segundas residencias, los dispositivos policiales se multiplicaron ayer para controlar el aluvión de vehículos motivado por la jornada laboral.
Durante la jornada de ayer se insistió en la necesidad de cumplir estrictamente con las restricciones que impone la presencia de un solo ocupante por vehículo y que los desplazamientos estén justificados y acreditados.
Los controles en Vila se saldaron con decenas de denuncias a conductores que infrigían las restricciones impuestas. Desde la Delegación del Gobierno detallaron que solo en Vila, durante la jornada del domingo, los agentes interpusieron un total de 104 denuncias, 83 denunciados por la Policía Nacional y 21 personas más interceptadas por la Policía Local de Vila.
Además de los incumplimentos de los conductores, los agentes tuvieron que atender las irregularidades cometidas por grupos de personas reunidas en zonas comunes. Así, la Policía Nacional levantó acta contra cinco personas que previamente habían hecho caso omiso a las advertencias de otros vecinos.
A primera hora de ayer la Guardia Civil también desplegaba varios controles en puntos como los accesos desde Sant Josep o desde Sant Antoni. La presencia de estos filtros para comprobar la motivación del viaje y que en cada vehículo solo va un ocupante también generó retenciones, tapones que son necesarios para garantizar el estricto cumplimiento de las restricciones, ya que la concienciación es mayoritaria entre la ciudadanía, pero también hay excepciones que suponen un riesgo para el resto.
En Santa Eulària, la Policía Local denunció a quince personas por no respetar el confinamiento, doce de ellas por reunirse en zonas comunes de edificios o en espacios públicos.
Por su parte, en el municipio de Sant Joan, los agentes interpusieron en las últimas horas un total de siete denuncias, según señalaron ayer fuentes municipales.
En Sant Antoni, los agentes de la Policía Local y Guardia Civil colaboran en el despliegue de operativos.
A los controles de conductores y de desplazamientos se suman las inspecciones en polígonos y construcciones.
En Sant Josep, la Policía ha activado una campaña de control de obras para prestar especial atención a las condiciones de seguridad de los obreros y las medidas de autoprotección existentes. Las autoridades recordaron que estos incumplimentos pueden llevar aparejadas multas de 601 a 30.000 euros.
Las multas a empresas que incumplan las normas de seguridad, podrán ser denunciadas con multas de 30.001 a 600.000 euros, según señalaron las mismas fuentes.
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