Si la activista sueca Greta Thunberg viera algunas publicaciones en las redes sociales, con fotos del Carnaval de Sant Joan, seguramente les daría ‘like', ‘fav' o los sucedáneos que se estilen en las redes más recientes.
Y es que pese a que en el desfile que recorrió ayer las calles del municipio se vio gran diversidad temática, una de ellas predominó sobre todas las demás: la preocupación por el medioambiente.
La comitiva carnavalesca arrancó desde el CEIP Labritja y dio varias vueltas por las calles de la localidad, que aún ‘sufrían' la resaca del mercadillo dominical y sus actuaciones posteriores.
El jurado, compuesto por cuatro miembros, se fijó en la elaboración de los disfraces. «Intentamos juzgar, sobre todo, que el disfraz lo haya hecho cada persona y en las carrozas, más o menos lo mismo. Si hay algún elemento que se ha tenido que comprar, pues bueno, pero se valora la artesanía de cada grupo», explicó Serra, responsable del jurado.
El concejal de Fiestas, Vicent Vidal, añadió que también se tiene en consideración la «coreografía», porque «uno puede venir bien disfrazado, pero si no se sabe mover, pues penaliza».
Preguntado por si había visto disminuir la participación o el público asistente al coincidir en el mismo día con la rúa de Vila, Vidal respondió que «siempre lo han hecho así». «En el mercadillo-paella ya se ha notado que faltaba gente, pero es normal; la gente quiere ir a Vila para ver las carrozas y las actuaciones», comentó.
El baile prima
La coreografía fue una de las claves que dio Vidal y ese aspecto parece ser que encandiló al jurado, ya que en la categoría de carrozas premió a la inspirada en el arquitecto Antoni Gaudí, que elaboraron los miembros de una academia de baile de Santa Eulària.
Daniel era uno de los coordinadores del grupo y explicó que cada traje, inspirado en los mosaicos de las alumnas que participaron en el desfile, «estaba hecho a mano», habían pintado los zapatos y preparado la carroza, en la que se podía ver al dragón del Parc Güell, elaborado con botellas de plástico, papel y cola.
Uno de los grupos que optó por la temática ecologista fue el Centre Social de Sant Llorenç, premiado en la categorías de comparsas. Este conjunto se disfrazó, por un lado, de personas que se dedicaban a ensuciar el entorno tirando plásticos y papeles y, por el otro, de las personas de las brigadas de limpieza, que recogían los desperdicios.
«Nos hemos disfrazado así para salvar el mar, la tierra y nuestro entorno. Porque la mar está demasiado contaminada de botellas, bicicletas, botellas, latas, aceite, petróleo … Esta idea trata de concienciar de cómo está el mundo, que todo está contaminado por tierra, mar y aire; así que a ver si podemos poner solución», comentó Joan Marí, uno de los integrantes.
Concienciar
En sintonía estuvieron con los grandes y pequeños del CEIP Torres de Balàfia. «El tema que hemos elegido entre niños, padres y madres ha sido la protección de las abejas, porque nos interesaba y llegamos a la conclusión de que era un asunto importante, para concienciar al colegio y a todo el mundo», explicó Laura González, una de las componentes.
Cuestionada por la proliferación de la temática medioambiental, González argumentó que «ahora tenemos que hacer algo por el planeta» y si se conciencia a los niños desde pequeños «y, podemos contagiar a todo el mundo, pues mejor».
«Los disfraces hemos intentado que fueran con materiales reciclados, papel, cartón; las alas las hemos hecho con medias, todo lo que teníamos al alcance. Hemos intentado comprar poca cosa», remarcó.
GANADORES
Carrozas:
Gaudí
Comparsas:
Centre Social Sant Llorenç de Balàfia
Individual adultos:
Mirandeando
Parejas adultos:
Aquaman
Individual infantil:
Astronauta
Parejas infantiles:
Blancanieves y La Casa de Papel
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