Según explicó ayer el propio José Boto a Periódico de Ibiza y Formentera, el secreto del éxito de esta obra es que «humaniza y saca una sonrisa a lo duro y cruel que fue la Guerra Civil española». Lo hace a través de dos soldados, Pedro del bando republicano y José Antonio del nacional, interpretados por él y por Campoy, «y que son los típicos cuñados que saben de todo y nunca reculan en sus manifestaciones aunque sepan que no tienen ni idea o no llevan razón y que hubo, hay y habrá en todas partes y épocas de España».
De hecho, la obra comienza de una forma que, según el actor y cómico madrileño, sorprende al espectador desde el primer momento. Es, cuando Santi Rodríguez, aparece sentado junto a Forrest Gump para hablar de la importancia que han tenido a lo largo de la historia de España «estos cuñaos». En este sentido, la aparición del personaje interpretado en el cine por el actor norteamericano Tom Hanks no ha sido casual. «Durante mucho tiempo, cuando estuvimos escribiendo el libreto de la obra, buscamos alguna persona de nuestra historia o de nuestros días que fuera más o menos neutral y que cayera bien a todo el mundo, pero desgraciadamente en España eso es casi imposible», confirmó Boto.
Momentos hilarantes
La obra además está repleta de momentos hilarantes como las apariciones de María Alarcón, una peculiar Atenea, diosa de la guerra y la belleza, «que no para de chinchar a los dos protagonistas siempre que parece que van a llegar a un acuerdo».
Incluso, hay una referencia directa al mítico humorista valenciano Miguel Gila y su conocido número ¿Es el enemigo? cuando Pedro y José Antonio reciben una divertida llamada por teléfono. «Gila es sin ninguna duda quien mejor consiguió arrancar risas de una tema tan espinoso y complicado como es una guerra y lo hizo desde un punto de vista tan humano que no dudamos ni un segundo en rendirle un homenaje en nuestra obra», explicó Boto.
Finalmente, según el actor madrileño la obra tiene un mensaje claro y éste lo transmite al final Irene Villa, de nuevo junto a Forrest Gump. «Sabemos que en cualquier guerra o acto violento no gana nadie y que no se puede ser displicente, pero no hay nadie mejor que Irene, víctima de un atentado de la banda terrorista ETA, para transmitir la idea de que hay que pasar página, olvidar y vivir la vida siempre con una sonrisa y con un abrazo».
EL APUNTE
Reunión con el público al final de cada representación
Uno de los aspectos más novedosos de la obra es que, después de cada función, los tres actores llevan a cabo una pequeña reunión de unos 10 minutos. Se trata, según José Boto, «de una pequeña rueda de prensa donde todo el mundo es libre de comunicar qué les ha parecido la representación» y que también les sirve a ellos «para saber qué hay que mejorar o cambiar de cara a futuras puestas en escena».
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