—¿Recuerda cuándo le comunicó su hija que quería cambiar de género? ¿Cómo reaccionó?
—Sí, por supuesto, eso no se olvida en la vida. Reaccioné con miedo, sorprendida por desconocimiento. Tu piensas que tu hijo no es una chica, sino que por desconocimiento piensas que puede ser gay, no una niña y no lo crees así, lo sitúas como travesti, piensas en la noche y te entra el pánico cuando te lo dice, lloras. Te afloran un montón de emociones, dudas, miedo a que no haya sido feliz en su infancia.
—¿Cómo ha sido para ella y para vosotros, los padres, desde que lo comunicó hace dos años?
—Para ella, perfecto. Cuando te lo cuentan viven su doble realidad, la de dentro de casa, nosotros nunca le habíamos prohibido nada, y la de la calle. Ahora puede hacer su vida. Tiene su nombre elegido por ella, vive como a ella realmente le gusta y hace la vida de una niña cis. Pero nosotros, su padre y yo, al principio lo vivimos con mucho miedo, desconocimiento. Lloras mucho, hay muchos sentimientos, tienes que despedirte de lo biológico de los sentidos. Ahora es una adolescente con sus inquietudes. Contactamos con Chrysallis Balears y su labor es inmejorable, te asesoran y te quitan ese miedo, es normal lo que sentimos, y acabamos haciendo una vida de familia normal y corriente. Lo único es que siempre hay personas que tratan de recordarte las cosas y ese problema lo tienen las personas obesas o las que son diferentes. La vida es así, vivimos pendientes de la vida ajena en vez de la nuestra.
—¿Ha cambiado su nombre en el DNI?
—Sí, ha cambiado su nombre en el DNI. Se llama Beatriz, y estamos en trámites del cambio del género en el doocumento. Lleva su tratamiento hormonal y estamos pendiente de que la pongan en la lista para el cambio de sexo. Vamos paso a paso. Hay muchos cambios de papeleo.
—¿Qué le parece el pin parental?
—Más que el pin parental, lo que creo es que el Gobierno, igual de izquierdas que de derechas, tenga una ley de educación que no se modifique cuando hay un cambio de Ejecutivo y poner unas normas, respetarlas y dejar la enseñanza en manos de los profesores. Que cada persona se dedique a lo suyo.
—De hecho, usted estuvo hace un par de semanas en un acto en el IES Isidor Macabich en el que participaba una persona trans. ¿Cree que este tipo de actividades son positivas en los centros?
—Sí, está bien que se hagan estos actos porque les aporta mucha información de primera mano que ellos, a lo mejor, han conseguido de mala manera y esta es de primera persona. Querrán el pin parental en los colegios pero nadie está con sus hijos en Internet las 24 horas al día. No es lo mismo buscar ellos la información y que se metan en páginas erróneas, que lo cuenten en primera persona. Debería haber más actividades, no sólo para los niños, sino también para el profesorado, más formación para ellos.
—¿Su hija sufrió acoso escolar en el colegio?
—Desde que dijo que ella era una chica hasta hoy, acoso ninguno, ha tenido una vida tranquila. Sin embargo, cuando era pequeñita, era chico y era amanerado y sí que le decían que era maricón. Fue un momento puntual y no tuvo ningún problema, pero desde que ha empezado el cambio nadie le ha dicho nada. Eso me ha sorprendido. Ha tenido los problemas nomales como cualquier otro adolescente, pero no por su género y su cambio. Sus amigas siempre la han apoyado.
—¿Qué objetivos persigue Transitam, la asociación que preside?
—Nuestros objetivos es que los niños trans tengan los mismos derechos que el resto. Queremos que se apliquen los protocolos en educación, sanidad o en deportes cuando un niño decide cambiar su género biológico al género sentido y empieza ese tránsito. Que se activen los protocolos. Recuerdo que cuando comunicamos a nuestra médica de familia que íbamos a empezar el camino, no estaba puesta, lo desconocía, nos lo dijo y se puso al día. Fue extraordinaria, sincera, porque esto no es una gripe, pero se activó el protocolo en el centro y todo fue muy bien. Se necesita mucha información y que los profesionales se formen bien. El otro día estuve hablando con una chica que está acabando Enfermería y me contó que en sus estudios no se menciona para nada el mundo trans, cuando ellos son los que tienen que administrar algunos de los medicamentos que le mandan por el cambio del sexo. Es muy surrealista.
—¿Dónde se está detectando que hay más carencias?
—En el deporte es donde hay más quejas. Si mi hija, por ejemplo, quisiera hacer un deporte de niñas hay sitios donde no la aceptarían porque genitalmente no es un niña. En el deporte están teniendo bastantes problemas nuestros niños. Hay colegios que están rechazando actividades que antes realizaban. Es una pena pero está pasando. Nosotros hacemos cuentacuentos para niños pequeños y nos los han rechazado. Actividades que se hacían con más frecuencia y sin problemas se van a ir reduciendo, ahora van a estar más pendientes por cuestiones políticas. Eso es así, es evidente. La gente no quiere problemas. Hay padres que no lo aceptan. Hay un índice de suicidios muy grande y eso no se comenta. Yo eso no se lo deseo nadie, a ningún niño. Hay que ser tolerantes, que todos cabemos en el mundo.
8 comentarios
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Sacarino, no dudo del apoyo de sta persona, pero el mensaje a nivel general no es el adecuado y es hiriente. Mi opinion ha sido respetuosa pero critica. critica en fomentar q los cuerpos trans deberian salir del mismo molde y critica por el rechazo mostrado a otras personas diversas como puedan ser mujeres con pene o el travestimo del q mujeres trans no forman parte pero son identificadas como tal por no tener la suerte de vivir camufladas. No os dais cuenta q ser mujer trans no es solamente pasar por una cirugia? En eso basamos todo? Siempre la misma historia, siempre la misma justificacion. Son menores, dejenles crecer.
Carai begoña, hay gente que nunca veis nada bien, cuando no se habla porque no se habla, cuando se habla porque no se ha dicho exactamente lo que unos quieren oir, llegamos a un punto que todo son criticas. Porque no celebrar las pequeñas victorias y quedarse con la lucha que esta haciendo esta madre y la aceptación que ha tenido la pequeña y el apoyo de sus padres, algo que mucha gente tristemente no tiene y acaba incluso en suicidios. Mas critica constructiva y menos tiquismiquis te la máxima corrección en todos los detalles.
Pertenezco a una asociacion LGTBI y me horroriza este articulo. Dnd queda la libertad de los menores trans? Les condicionamos a hormonarse y operarse cuando a esa edad de lo que tiene que preocuparse es de jugar y conocerse. Bravo por el apoyo a ser libres, pero esta entrevista se basa en la modificiacion fisica cuando ser trans es mas q eso. Q sucede con las mujeres travestis? pq nos avergonzamos y las metemos en el cajon de la ropa sucia? q sucede con las mujeres trans con pene? no soy biologicas? son aliens? SON MUJERES IGUAL, ojo con los conceptos q utilizais pq estan mas llenos de odio q la propia sociedad y asi luego nos quejamos.
Pues me parece muy mal que hable de hormonas y operaciones como si se tratará de caramelos. Acompañar a un menor no es solo eso, los niños tienen mucha vida por delante y lo justo es que crezcan sin estar condicionados, más hablando de cambios irreversibles.
Akuna, matata... vive y sé feliz. Enhorabuena Beatriz, por la madre que te ha tocado.
Y al final mientras no se perjudique a los demás no se trata de que cada uno pueda vivir su vida tal como quiera y en libertad? porque a algunos tienen ese empeño en definir lo que es normal y biologico? es que acaso el celibato del clero es algo normal o biologico? y como eso tantisimas de las actividades que hace el ser humano hoy en dia. Dejad a la gente ser libre y vivir la vida, este derecho si que es indiscutible.
Ya me extrañaba a mi entrar en la noticia y no ver comentarios de cavernicolas. Lo de la intolerancia se cura o naceis ya asi?
Hay gente que se creen Napoleon Bonaparte, cuidado con confundir a los niños con vuestras charlas chalada..