Los agentes atacados prestan servicio en el Puesto Principal de Sant Antoni, en ses Païsses. | Daniel Espinosa

Prueba de iniciación o ascender en la jerarquía de una banda latina. Este podría ser el móvil del acuchillamiento de un guardia civil la pasada Nochevieja en Sant Antoni, una línea de investigación que ha ganado peso a medida que avanzan las gestiones y las conexiones del principal sospechoso, el menor de 17 años que se encuentra internado en un centro de menores de Madrid.

Según confirmaron desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, la policía judicial mantiene abiertas varias líneas de investigación, pero la relación con pruebas y retos de bandas latinas es una hipótesis que gana peso tras las declaraciones tomadas a los detenidos y, principalmente, al pasado y los lazos familiares del joven dominicano de 17 años investigado como autor material de la agresión.

Conexión con bandas latinas

Atacar a un agente de la autoridad es una de las pruebas que imponen las bandas latinas para acceder o ganar peso en la banda. Según los datos recabados por Periódico de Ibiza y Formentera, el menor que está bajo tutela en un centro de Madrid habría mantenido contactos con alguno de estos grupos en la capital. Asimismo, tendría lazos familiares con un joven que años atrás fue investigado por pertenecer a ‘Los Trinitarios', una de las bandas más violentas y compuesta por jóvenes de origen dominicano.

El menor se encontraba en la isla aprovechando un permiso navideño. Tras el ataque en el que resultó herido un guardia civil que se encontraba fuera de servicio, regresó al centro de menores de Madrid. Este joven, que cuenta con numerosos antecedentes policiales, formaba parte de un grupo que atacó al agente herido y otro compañero, que estaban celebrando la Nochevieja junto a sus parejas. La investigación apunta a que alguno de los implicados reconoció a los guardias.

La policía judicial abrió una investigación y estrechó el cerco sobre los sospechosos. El viernes la Guardia Civil detuvo a varios jóvenes en Sant Antoni: un dominicano y un marroquí de 24 años. Entre los arrestos, también figuraba una joven española condenada hace unos meses por otro apuñalamiento en Cala de Bou. Estos tres detenidos quedaron el lunes en libertad provisional. La investigación sigue abierta.

EL APUNTE

Uno de los dos guardias atacados recibió varios pinchazos

Los cinco investigados -tres adultos y dos menores de 17 años- están acusados de un delito de atentado contra la autoridad. Los tres adultos comparecieron el lunes ante la juez de guardia de Ibiza y se acogieron a su derecho a no declarar. La juez decretó un auto de libertad provisional y les impuso una orden de alejamiento de 100 metros respecto a los dos agentes atacados. El joven herido, de unos 30 años, recibió varios pinchazos en la zona lumbar y fue atendido en un primer momento en el hospital de Can Misses. Posteriormente, el agente tuvo que ser intervenido al sufrir una grave hemorragia interna. Este guardia civil permanece de baja, pero está fuera de peligro.