Al acto de apertura asistieron el alcalde de Eivissa, Rafael Ruiz; el presidente del Consell, Vicent Marí; la presidenta de Illes Balears, Francina Armengol, y el delegado de Gobierno, Ramón Morey.
La inversión destinada a la adecuación de ambas sedes supone un desembolso de cerca de un millón de euros de las arcas públicas y el alquiler de dichas oficinas costará 7.000 euros al mes, a través de un contrato firmado para los próximos 20 años.
Ruiz señaló que las nuevas sedes suponen «una mejora sustancial» tanto para la gente que vendrá a realizar trámites como para los propios trabajadores.
Por parte del Consell, Marí afirmó que se trata de un servicio «necesario» y «con esta inauguración se da el pistoletazo de salida a un mejor servicio renovado, ya que, junto con las oficinas de Sant Antoni y la próxima que se tiene previsto abrir en Santa Eulària, se dará cobertura a todas las necesidades insulares de servicio que prestan tanto el SOIB como el SEPE».
Por último, Morey destacó «la colaboración institucional» que se ha hecho de manera «coordinada y ejemplar» para lograr la renovación de una sede que «estaba obsoleta y era pequeña».
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