La llegada ayer de los trabajadores a los nuevos juzgados también fue valorada por el personal, operadores judiciales y sindicatos como «un paso importante para empezar a recuperar la normalidad», aunque advirtieron que el proceso de adaptación «todavía llevará un tiempo considerable».
Juan Carlos Torres y Josefa Juan recorrieron junto a los medios gráficos diversas salas y desgranaron la distribución de los órganos judiciales que en esta primera fase acogerá la «moderna» sede de sa Graduada. El TSJIB dio por concluida la operación traslado ejecutada entre el viernes y el domingo, y hoy ya se abrirán las puertas para empezar a atender casos.
A media mañana de ayer, los trabajadores de los juzgados de Instrucción y Penal acababan de colocar los archivos trasladados durante la mudanza y se aclimataban a sus nuevos puestos de trabajo. Algunos de ellos, tal y como apuntó el delegado de Justicia del CSIF, Sabino Aramburu, expresaban cierta contrariedad en la distribución de las mesas y los problemas que pueden surgir a la ahora de atender a los usuarios.
Por su parte, Torres recordó que la nueva sede sustituirá al antiguo edificio ubicado en el número 4 de la avenida Isidor Macabich, que se inauguró en 1981 con la previsión de albergar cuatro juzgados. «Antes del incendio que en enero obligó a su desalojo –recordó Torres–, la antigua sede contaba ya con siete órganos de la jurisdicción penal, la clínica médico-forense, la oficina de asistencia a víctimas del delito y el equipo psicosocial».
El juez decano añadió que esa «vertebración» y «coordinación» se trasladará ahora al nuevo edificio, que cuenta con planta baja y cinco alturas superiores, que prevén albergar 18 juzgados, la Fiscalía, en la última planta, y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, ubicada en el sótano, junto a los calabozos.
Por su parte, Josefa Juan recordó que en la sede estrenada funcionarán a partir de hoy los cuatro juzgados de Instrucción, los dos juzgados de lo Penal y el de Violencia sobre la Mujer, así como otros servicios judiciales.
En esta primera fase se trasladaron entre 85 y 90 trabajadores. Posteriormente, después de Navidades, se hará un segundo traslado para ubicar a los juzgados de lo Social y la Fiscalía.
La secretaria coordinadora del TSJIB recordó que más adelante será el turno de los cinco juzgados de Primera Instancia, que mientras tanto seguirán en el edificio Cetis, espacio que ya ocupaban antes del incendio. Para realizar este último traslado, se debe terminar de construir el 40 por ciento del proyecto, que aún queda pendiente.
La apertura de los nuevos juzgados fue bienvenida por los operadores judiciales. Así, la responsable del Colegio de Abogados, Eva Cardona, destacó la importancia de dar un paso más hacia el restablecimiento de la normalidad.
Para el sindicato CSIF la apertura de los nuevos juzgados es una gran noticia en el sentido de que «dejamos de estar de ‘okupas' y se pone fin a un éxodo de un año con unas condiciones mejores, tanto en materia laboral como de seguridad», señaló Sabino Aramburu, quien apostilló que «viniendo de un desierto, esto es un lujo». No obstante, tanto él como Juan Nieto advirtieron que el edificio «está bien, pero carece de cierta funcionalidad». «Suponemos que con el tiempo se solucionarán los pequeños detalles. El mobiliario está ubicado de una manera que no se puede atender al usuario. Eso hay que arreglarlo», señalaron.
Entre las críticas, la ubicación de la Forensía en el sótano y también la futura ubicación de lo Social en la misma estancia que Violencia sobre la Mujer. «Está claro que habrá que ir puliendo detalles y cambiando algunas cosas», concluyeron.
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