Una dotación de bomberos retira una serie de árboles para facilitar la recuperación del tendido eléctrico en Can Germà. | Daniel Espinosa

Can Coix. Primera hora de la mañana de ayer. Con las primeras luces del día un dispositivo de más de medio centenar de efectivos se despliega por la carretera que lleva a Corona. El grueso del trabajo se concentra entre el Polideportivo de Can Coix -donde permanece instalado el puesto de mando avanzado- y la zona de Can Germà.

Hasta la noche del miércoles este acceso estaba limitado solo a los vecinos. La huella de destrucción dejada por el tornado en esta zona es descorazonadora. En el margen derecho de la carretera en sentido a Santa Agnès se aprecian laderas convertidas en un cementerio de grandes pinos tumbados o partidos por su copa. El paso del cap de fibló habría afectado a unos 100.000 pinos, según la estimación realizada ayer por los técnicos del Ibanat en función de las hectáreas barridas por las rachas de viento de hasta 140 kilómetros por hora.

En las propiedades situadas a un costado y otro de la carretera resuenan los sonidos de las sierras mecánicas y las indicaciones del personal desplegado. El trasiego es constante y la maquinaria trabaja en la apertura de caminos vecinales, retirada de árboles y recuperación del tendido eléctrico. Junto al dispositivo desplegado por las administraciones públicas, los vecinos tratan de recuperar la normalidad retirando bloques de piedra o mobiliario reventados por el tornado.

Casi 72 horas después del fenómeno que barrió una franja de siete kilómetros de Sant Antoni, los vecinos de Can Germà recuperaban el suministro eléctrico y el servicio telefónico.

Situación de emergencia

El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, comprobó ayer sobre el terreno los estragos causados el martes por un tornado que en cuestión de minutos puso en jaque la zona noreste del municipio portmanyí. Serra lamentó los graves daños causados por el paso del fenómeno meteorológico y advirtió como la magnitud del desastre fue creciendo a medida que iban revisando las zonas afectadas. Destacó que el dispositivo movilizado lleva tres días trabajando para tratar de restablecer la normalidad y que «hoy -por ayer-, tras retirar los centenares de árboles caídos sobre la carretera, es el día de hacer un trabajo ‘más de bisturí' porque se están retirando con mucho cuidado las ramas y árboles que están tocando el tendido eléctrico».

A primera hora de la tarde, los trabajos continuaban y el alcalde se reunía en el puesto de mando avanzado con la consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro. La responsable del Govern, que se desplazó ayer a Sant Antoni para comprobar sobre el terreno la magnitud de los daños, destacó el trabajo realizado en la primera fase de emergencia y puso en valor «la coordinación entre Ayuntamiento, Consell y la Conselleria».

Castro insistió en la importancia de que las administraciones «vayan de la mano» ante una adversidad como la sufrida en Sant Atoni y añadió que a partir de hoy el personal del Ibanat seguirá trabajando en las actuaciones necesarias para combatir el riesgo de incendios y de plagas.

Por su parte, Marcos Serra, advirtió que queda mucho trabajo por delante porque con el paso de las horas se ha comprobado que no era cuestión de centenares o mil árboles, sino que la última estimación dispararía hasta una cifra cercana a los 100.000 los árboles afectados.

Graves daños en Can Coix

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El primer edil de Sant Antoni apuntó que todavía es pronto para estimar en dinero los daños pero advirtió que los desperfectos que presenta el Poliderpotivo de Can Coix sería lo más elevado. Avanzó que el Ayuntamiento ya ha contactado con una empresa que se encargará de retirar las chapas más peligrosas. Realizada esta labor y garantizada la seguridad, se volverá a abrir la piscina y el gimnasio. Marcos Serra indicó que esto podría ser cuestión de días y agradeció el ofrecimiento de polideportivos de otros municipios para acoger a los clubes que se entrenan habitualmente en Can Coix.

Por su parte, el presidente del Consell, Vicent Marí, agradeció el esfuerzo de todos los medios movilizados y apuntó que el Consell pedirá al Govern balear que declare la situación de emergencia, un hecho que facilitaría poder actuar de manera más rápida en las reparaciones de los daños al facilitar la tramitación de las actuaciones.

Asimismo, también apuntó que el Govern debería abrir una línea de ayudas extraordinaria para los afectados, tanto para los particulares como para la administración.

«Un episodio difícil de olvidar»

Ajenos a los mecanismos burocráticos, ayer por la tarde, decenas de vecinos trataban de recuperar la normalidad. «Fue algo brutal. Empezó a llover con muchísima fuerza, estaba todo oscuro y las paredes de la casa temblaban. Aseguramos las ventanas como pudimos y cuando pasó respiramos», así recordaba ayer María Jesús Sánchez los minutos de tensión vividos el martes a mediodía. En el exterior de su propiedad, un grupo de bomberos retiran restos de verjas y trozos de tronco que habían dañado el poste del tendido situado junto a la pared de su casa, diez metros de muro fueron tumbados por la embestida del tornado.

María Jesús añadió que la desolación llegó cuando salieron de casa y comprobaron la «escabechina» de pinos que el tornado había causado desde Can Coix a su casa. «Prácticamente podemos ver un mar que antes era impesable», indicó.

Más cerca de Corona, Steven Morris recogía los desperfectos causados por el tornado. Los paneles solares que tiene han minimizado los daños. «Afortunadamente hemos tenido luz durante estos tres días», apuntó. Aseguró que la casa payesa donde vive ha resistido bien. Entre los daños, una gran cama elástica que el viento desplazó unos veinte metros. La zona de juego acabó en el borde de una ladera repleta de pinos tumbados, la huella de destrucción más visible y que más perdurará en el tiempo.

EL APUNTE

El precedente de las ayudas para los afectados de Menorca

El Consell d'Eivissa y el Ayuntamiento de Sant Antoni anunciaron ayer su intención de solicitar ayudas económicas y la declaración de emergencia al Govern balear. Hoy tendrán ocasión de reclamarle personalmente la habilitación de una línea de colaboración a la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, en la visita prevista para hoy. Existe el precedente del tornado que azotó Menorca el 28 de octubre de 2018. El Consell Insular y el Govern balear habilitaron varias líneas de ayudas para colaborar con las empresas afectadas, las explotaciones agrarias y también para los daños en viviendas. A día de hoy, un año después, todavía no se han pagado dichas ayudas.