Aunque los sanitarios le advirtieron de que con el animal no podía entrar a las instalaciones del hospital, el paciente les sugirió dejar al loro en la sala de espera de Urgencias. Sin embargo, los sanitarios se negaron.
Finalmente, el personal del centro sanitario sí que accedió a dejar al loro encerrado en otra sala «indebidamente», según informó el Área de Salud de Ibiza y Formentera.
En este sentido, cabe recordar que las normas del centro prohíben la entrada de animales salvo la de aquellos perros que sí que estén autorizados por el proyecto Dogspital.
Por otra parte, según apuntaron varios testigos, el guacamayo generó bastante ruido para sorpresa de los pacientes que se encontraban en la sala de espera. «Ha estado un buen rato callado, pero luego ha gritado y la gente se ha asustado. Cuando se han percatado de que había un loro en una sala, se lo han tomado a broma», afirmaron tras añadir que «el hospital cada día nos sorprende con algo nuevo».
Por el contrario, desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera quisieron señalar que, ante esta situación inusual, no tienen constancia de que haya habido quejas y que, a la hora del ingreso del hombre, no había un número elevado de pacientes en la sala de espera del área de Urgencias.
3 comentarios
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"un buen rato callado y luego genero bastante ruido" veo que tambien se harto de esperar el pobre bicho.
Pues que espere sentado.
Pues estaremos al loro entonces..