Un efectivo de los bomberos y otro de la Policía Local de Sant Josep posan con el pastor belga.

«Estaba bastante agotado pero lo hemos podido rescatar con vida. Desgraciadamente, por el otro perro no hemos podido hacer nada porque ya estaba muerto cuando llegamos». Son palabras del cabo de los bomberos del Consell d'Eivissa, José Antonio López, tras la intervención de urgencia realizada ayer junto a agentes de la Policía Local en una finca localizada a la altura del kilómetro 4 de la carretera de Sant Josep.

Los hechos se desencadenaron a primera hora de ayer, en torno a las 10.00 horas. La dotación de bomberos regresaba de atender un servicio en Cala Tarida cuando recibieron el aviso. El comunicante alertaba sobre la presencia de dos perros en un pozo.

Caída fatal en un ‘safareig'

Los primeros en llegar al lugar fueron una patrulla de la Policía Local de Sant Josep. Con la ayuda de una escalera y una cuerda los agentes recuperaron el cuerpo ya sin vida de uno de los animales. El cabo de bomberos apuntó que «no sabemos el tiempo que llevaban allí pero por el golpe o el agotamiento el can murió ahogado. Desgraciadamente, sin ayuda externa, los animales no tenían escapatoria».

Los perros se habían caído en un safareig de unos tres metros de profundidad, pero que estaba medio vacío y sucio. La balsa tenía poco más de un metro de agua y las paredes eran un obstáculo insalvable para los dos animales. Uno de los canes no pudo ser rescatado con vida y el otro fue salvado ‘in extremis'.

El perro resistía en el interior del safareig que presentaba evidentes síntomas de abandono. Los bomberos descendieron, tranquilizaron y aseguraron el can con el arnés de rescate para animales y lo extrajeron del agua.

Los inquilinos de la vivienda indicaron que los perros no eran suyos. El pastor belga rescatado con vida llevaba un collar.

Tras la recuperación de los animales, la Policía Local requirió la asistencia de Natura Park para que se hiciesen cargo de los animales.