Pereyra: «No soy el que más sabe de jazz pero sí el que más disfruta con él»

Se trata de una muestra organizada por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza. Está compuesta por 18 fotografías tomadas en distintos festivales de España, Italia o Alemania como el propio Eivissa Jazz, el Mallorca Jazz sa Pobla, el Menorca Jazz Primavera, l'Alternatilla Jazz In Mallorca, el Port Adriano Music Festival, el Düsseldorfer Jazz Rally o el Jazz In Sardegna a Cagliari. Todas ellas son en color menos una en blanco y negro realizada al saxofonista, compositor y arreglista israelí Eli Degibri, y según explicó ayer el propio Pereyra a Periódico de Ibiza y Formentera «recogen breves momentos ‘robados' de los artistas cuando están actuando». Son, según sus palabras, «nada de posados en el back stage, sino instantes de emoción, concentración, rabia o pasión que viven cada uno de ellos encima del escenario».

Periodista y crítico de gran prestigio
Pereyra, nacido en Palma en 1961, tiene una amplia trayectoria en medios escritos y radiofónicos, donde goza de un importante prestigio. Comenzó a trabajar en 1980 en Radio Popular de Mallorca y en el Última Hora, periódico en el que sigue ejerciendo de crítico musical. También ha trabajado en Ona Mallorca, Som Ràdio, Ultima Hora Ràdio, Ona Mediterrània, Insel Ràdio i IB3 Ràdio y a lo largo de todos estos años ha recibido numeroso premios. Hay muchos en España que dicen que es el periodista de España que más sabe de jazz, algo que él niega rotundamente. «Ni hablar, los hay muchos mejores. Yo, como mucho, soy la persona de este país que más disfruta con el jazz».

Tampoco se considera un referente para las jóvenes generaciones de periodistas musicales. Se define como un «privilegiado» por haber vivido tantos festivales, haber viajado por Europa y haber sido testigo del auge y ocaso de grandes músicos, tanto nacionales como internacionales. Por ello, Pereyra es una voz autorizada para hablar de la situación actual del jazz. En este sentido, el palmesano, se muestra prudente. «Es cierto que el jazz goza de muy buena salud en nuestro país pero tampoco hay que lanzar demasiado las campanas al vuelo porque esta situación ya la he vivido en los años 80 y después muchos, cuando llegaron las crisis, desaparecieron».

En cambio si es optimista al hablar de los jóvenes músicos españoles. «En esto si que hay una gran diferencia con décadas atrás, cuando yo empecé a cubrir festivales, porque ahora nuestros jóvenes han podido salir fuera a estudiar y están mucho mejor preparados y eso ha provocado un importantísimo salto de calidad».