Colas para lavar el coche en un lavadero de Ibiza. | Marcelo Sastre

Los lavaderos de la isla llevan colapsados toda la semana por residentes y turistas tras la ‘lluvia de tierra' que cayó el lunes.

Las primeras gotas de agua comenzaron el domingo por la noche y el lunes se empezó a ver a los primeros conductores acudir a lavar sus vehículos. Después de la tormenta que sacudió a la isla de nuevo ese mismo día, a primera hora de la mañana del martes, Ibiza despertaba con largas colas de espera en los locales de lavado.

Esta lluvia ha coincidido con la primera quincena de julio en la que aumenta la cantidad de turistas que hay en la isla, por lo que este factor ha desencadenado un desbordamiento en los lavaderos con coches cubiertos de polvo y estrés en los conductores.

Desbordados

El propietario del lavadero La Rotonda, Damián Costa, dice que «desde que llovió barro el fin de semana han tenido más incremento de trabajo y a partir del lunes una influencia masiva». «Es imposible lavar todos los coches de la isla en un momento determinado de golpe», precisó.

Su lavadero se colapsa estos días y se ha visto obligado a poner a un trabajador en la entrada para que los coches no se queden parados en la carretera y no se entorpezca el tráfico, «cuando se colapsa el carril de entrada mando a los clientes que vengan en otro momento y así resuelvo el problema». Reafirma que esta situación no es a causa de la temporada estival sino por el barro que cayó el lunes: «En verano tenemos más clientes que en invierno, pero nunca este colapso. Desde 1988 que lleva funcionado el lavadero, es la primera vez que veo esto», señaló.

En el mismo caso se encuentra otro de los lavaderos más céntricos de la isla, el Ecolavado Estación, donde las colas llegan hasta final de la calle. Uno de sus trabajadores comenta que «aunque en verano solemos tener colapso cuando llueve barro y no es la primera vez que veo largas colas de espera, esta vez hemos batido el récord».