Víctor tenía empleo en Granada. Su contrato se acababa en el mes de mayo, pero su jefe ya le había ofrecido renovar. Sin embargo, él tenía otros planes. Quería venirse con un amigo a trabajar a Ibiza. Finalmente, su amigo, en vez de ir a Ibiza, se fue a Brighton y Víctor se quedó solo en su aventura veraniega. Lo que no esperaba es que esa experiencia laboral le llevaría a dormir más de un mes en su coche debido a la falta de vivienda asequible en la isla en época estival.
Este joven de 23 años dice que estaba cansado de estar en Granada y se planteó venir a Ibiza a trabajar porque había oído que había mucho movimiento en verano. Cogió 400 euros que tenía ahorrados y apostó al ‘todo o nada'. A finales de mayo se vino sin trabajo y si encontraba algo en Ibiza se quedaba. Si no, se tendría que volver.
A través de la aplicación móvil Jobtoday vio un par de ofertas y se fue a Platja d'en Bossa a echar currículums. Entregó nueve o 10, le llamaron de cuatro empresas y eligió la que más le convenía: aquella que le ofrecía empezar a trabajar al día siguiente. Llegar y besar el santo.
Pero, entonces, empezó la odisea de buscar habitaciones a precios razonables. Para él eso significaba encontrar algo a un precio de entre 300 y 400 euros. Eso ya era otro cantar.
«Te piden por una habitación doble 1.200 euros. Yo, la verdad, es que si he venido a Ibiza es para ganar dinero, no para gastármelo en el alquiler. Hablaba con la gente que ofrecía estos alquileres por ver si veían normal el precio y todos me decían lo mismo: es que la cosa está así en Ibiza».
Durante ese tiempo se apañó para dormir en su coche. Agradece haberlo traído porque si no dice que no hubiera durado ni una semana. Aparca en una zona apartada, pone el parasol, tapa con camisetas las ventanas y duerme como puede.
Dice haberse acostumbrado a esta situación. Sin embargo, recuerda dos momentos en los que lo pasó peor: al principio y después de una semana.
Los primeros días porque relata que empezaba a trabajar a mediodía y, a partir de las 09.00 horas o 10.00, «era imposible seguir en el coche por la luz y el calor».
El segundo inconveniente lo empezó a sentir al cabo de nueve o 10 días. Al no poder estirarse completamente las piernas se le cargaban y empezó a notar mucho dolor en los gemelos.
En cuanto a la higiene diaria, explica que tiene ducha en el trabajo, por lo que aprovecha al final de la jornada para ducharse. Después ayuda a sus compañeros y se va a la playa y a tomar algo a un bar hasta las 22.00 horas cuando se vuelve al coche para, sencillamente, abrir las puertas y ponerse a dormir.
Ahora dice que ya está acostumbrado a esta situación tan anómala en la que se encuentra. Más cuando sabe que pasará pronto. Mañana tiene previsto entrar a vivir en una casa de campo que compartirá con otros cuatro chicos. Es afortunado. Pagará 470 euros por «una habitación grande con baño en una casa preciosa de estilo ibicenco». Además, dice que ha hecho muy buenas migas con los que serán sus compañeros.
Peor de lo que pensaba
Víctor dice que ya le habían comentado cosas respecto a la situación de la vivienda en la isla, pero que no se «imaginaba al nivel que estaba esto. Es una pasada. Si lo llego a saber no hubiera venido».
Recuerda que sus padres le dijeron que estaba loco cuando les contó cómo estaba, que no sabían qué hacía en Ibiza cuando podía tener trabajo en Granada.
En este tiempo ha conocido a nueve o diez personas en una situación similar a la suya. La mayoría viven en caravanas, otros en furgonetas viejas que alquilan por 500 o 600 euros al mes.
Dice que no entiende cómo pueden vivir así, más cuando le dicen que su intención es hacerlo todo el verano. Ellos le cuentan que necesitan vehículo y casa: «Si combinan los dos, al precio que está la vivienda, pues eso que se ahorran», concluye.
19 comentarios
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Que le habran contado cuando la costa española esta llena de sitios mas amables supervivientes somos los isleños que nos sobran la mitad de los turistas y la mitad de los buscavidas
si, pero no se va, asi que tan mal no estara.. eso quiere decir que los hoteleros todavia pagan demasiado
En el descampado al lado de Restaurante Es Faralló (carretera de Es Canar) viven plácidamente 3-4 caravanas, tienden su ropa y aquí nadie dice nada. Es vergonzoso esto de las caravanas.
Quise decir “capaz de mirarse el ombligo....” un lmatiz, ante tanto juez.
Me parece mentira, leyendo algunos comentarios,que afán por demonizar al chaval y juzgar como es su vida,lo que gasta o no..si viene a meterse o a trabajar....y nadie es incapaz de mirarse el ombligo!, Así nos va...Codicia!!Mucha codiciaaa.
Buen coche para tener 400 euros ahorrados y venir a la aventura.. no entiendo como a menor renta y estabilidad económica mejores y más caros vehículos gasta la gente. En el gimnasio comentaba un joven que dejaba su trabajo del aeropuerto por qué en un chiringuito solo de propinas sacaba su hermano más que el de salario... Supongo que por eso pagan esas burradas de alquiler porque en esta isla si quieres trabajar puedes ganar más que un ministro.
Enhorabuena!!! Gracias a gente como tú los empresarios siguen pensando que pueden pagar duros a cuatro pesetas!!!
Hay trabajadores que vienen a hacer la temporada y algún día salen de fiesta.. y hay gente que vienen de fiesta y algún día van a trabajar...
¿Y cuanto te pagaban en el trabajo? dicen que en Ibiza faltan trabajadores, entonces, supongo que te ofrecerían unos 3000 euros al mes, tampoco está tan mal, pagas los 1200 de alquiler y te sobra algo
Pero siguen viviendo no? Pues tan mal, tan mal...