Los acusados escondían la mercancía en una furgoneta y un coche de alquiler.

La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, María Luisa Bustillo Gandarillas, en funciones de guardia, ha condenado a 20 meses de prisión por un delito contra la salud pública a los tres acusados de origen holandés que fueron detenidos por la Policía Nacional con un cargamento de 500 botellas de óxido nitroso en Ibiza.

Según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, los tres arrestados aceptaron un acuerdo de conformidad en el juicio rápido celebrado el martes. Respondieron como autores de un delito contra la salud pública.

La juez les impuso una pena de un año y ocho meses de prisión y acordó la suspensión de la condena durante un periodo de cuatro años, medida que será revocada si vuelven a delinquir.

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Además, la sentencia refleja una inhabilitación para trabajar en hostelería o repostería durante 16 meses. Esta pena responde a que los arrestados habrían alegado que las bombonas de óxido nitroso -de un litro cada una- iban a ser destinadas a esta finalidad y no para su distribución como la droga popularmente conocida como ‘gas de la risa', según apuntaron fuentes judiciales.

Unas 50.000 dosis
Los tres condenados fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional de Ibiza después de una investigación que desembocó en la aprehensión del cargamento, medio millar de bombonas que podría haber supuesto unas 50.000 dosis de gas de la risa.

Tras llegar procedentes de Rotterdam, los detenidos guardaron el material en una furgoneta y un coche de alquiler que tenían aparcado en un parquin público de Ibiza.
En el registro de la habitación del hotel donde se hospedaban los detenidos, la Policía intervino 2.500 globos y 500 boquillas adaptables para extraer el gas de las bombonas, además de otros elementos como pegatinas, con las que eran forradas las botellas para darles mayor atractivo comercial.