Alberto Serra y José Antonio Marí Schroder, ayer por la mañana en el estudio y tienda que tienen instalada en la carretera de Santa Gertrudis. | Daniel Espinosa

Hace justo diez años los diseñadores Alberto Serra Ramírez y José Antonio Marí Schroder decidieron unirse y probar a crear su primera colección juntos bajo el nombre de Ibiza Habitat. El primero llevaba tiempo en el mundo de la moda y el segundo llevaba Adlib en la sangre, puesto que su madre es una de las diseñadoras clásicas en nuestra isla. Así que con estos mimbres y con su propia habilidad y creatividad no es extraño que aquel debut fuera todo un éxito. Tanto que decidieron seguir con su aventura juntos creando la marca Vintage Ibiza, convertida a día de hoy en una de los grandes referentes del sello Adlib Moda Ibiza. Para conmemorar este aniversario este año serán los encargados de cerrar el desfile de la Pasarela Adlib que se celebrará el sábado a partir de las 21.00 horas en el Recinto Ferial y para ello trabajan contrarreloj en su estudio tienda de la carretera de Santa Gertrudis para que todo luzca perfecto en una colección sorprendente de la que sólo pueden adelantar que será mucho más colorida que en ediciones anteriores.

—¿Cómo viven estos últimos días antes de la celebración de la Pasarela Adlib 2019 donde serán unos de los grandes protagonistas?
—Pues un poco estresados porque somos conscientes de que todo tiene que salir perfecto ya que habrá muchos ojos mirando la colección. Este año además se ha adelantado todo un poco y vamos algo contrarreloj pero al final seguro que todo sale bien.

—¿Cómo ven el cambio de ubicación del Puerto de Ibiza al Recinto Ferial de Ibiza?
—Un acierto. El año pasado la ubicación fue muy bonita pero tuvimos la mala suerte de que lloviera, y encima barro. Este año al estar todo a cubierto será un alivio porque no tendremos que estar pendientes de factores que no podemos controlar. Además, los espacios para trabajar son mucho mayores e iremos más tranquilos. Es una gran idea el que el recinto ferial se aproveche para eventos como estos.

—Cumplen diez años como firma. ¿Prepararán algo especial?
—Por supuesto. Nosotros siempre intentamos reinventarnos en cada colección y este año con mucho más motivo. Tenemos previsto presentar la colección Salinas de Ibiza con dos propuestas bien diferenciadas. Pero no queremos adelantar nada más, salvo que será mucho más colorida que en ediciones anteriores.

—Este año la Pasarela Adlib hará más hincapié en la moda masculina. Ustedes siempre han apostado por los hombres y son un referente en este campo. ¿En esta ocasión también?
—No. A pesar de que nosotros siempre hemos vendido mucha moda masculina, este año no propondremos nada de este estilo en nuestra colección. Como hemos dicho siempre intentamos proponer cosas diferentes y viendo que cada vez hay más diseñadores que hacen ropa para hombre hemos decidido diferenciarnos un poco (Risas).

—Hablan de que cada vez hay más diseñadores que apuestan por ropa masculina... La marca Adlib Moda Ibiza crece cada año tras año... ¿Cómo se hace para seguir siendo una marca de referencia con tanta competencia?
—Sinceramente a nosotros no nos importa la competencia. No miramos nunca lo que venden o hacen los demás. Nosotros hacemos lo nuestro siendo siempre fieles a un mismo estilo y a una misma forma de trabajar. Creo que uno de nuestros secretos siempre ha sido el trabajar sin pensar en lo que harían los demás.

—¿Y competir contra la piratería? ¿Es este el mayor enemigo de Adlib Moda Ibiza?
—Nosotros creemos que estamos en otra liga que no es esa. Es cierto que hay pirateo en países como China y que gracias a ello esas prendas son mucho más baratas pero también de mucha menor calidad. Lo mismo sucede con las grandes franquicias. Todas las que hay en Ibiza tienen ropa blanca a un precio con el que nosotros no podemos competir. Pero no nos importa. De esa camisa a lo mejor se han hecho 30.000 iguales mientras que nuestras prendas en cambio tiene un trayecto mucho más largo. Está todo mucho más cuidado y es mucho más artesanal y único. Y eso al final, tiene un precio. Y si lo quieres pagar pues fenomenal y si no, no pasa nada. No nos importa. Eso sí, aunque a muchos compradores les parezcan iguales, son dos prendas completamente distintas.

—En este sentido, ¿cuáles son las premisas sobre las que trabaja la firma Vintage Ibiza?
—Tenemos la suerte de que cada uno de nosotros vemos y entendemos el concepto de Adlib de una manera distinta y eso siempre enriquece las colecciones. A pesar de ello, para nosotros es fundamental mantener en las prendas la esencia de los años 70 y 80 del pasado siglo, trabajar con tejidos vaporosos como lino o gasas y sobre todo que los materiales sean cien por cien naturales o casi. Además, siempre hemos hecho lo que realmente nos ha apetecido, sin regirnos a las modas que había en cada momento, y eso creo que al final también le da un toque característico a Vintage Ibiza.

—Muchos lectores se preguntan como es el día a día de una firma. ¿Cómo se llega a lo que luego se ve encima de la pasarela?
—(Risas). Pues mucho más complicado de lo que la gente se cree. Hay una parte muy importante de creatividad y diseño pero también hay una parte enorme de gestión ya que sobre todo cuando se acerca la presentación de una colección, como es el caso, hay que coordinar muchas cosas... Y eso sin olvidarnos que hay que coser, cortar, hacer los ojales, mandar las piezas al tinte... Además, a nosotros nos gusta complicamos más la vida porque nos encargamos personalmente de buscar los mejores tejidos y supervisar o realizar personalmente cada corte y costura.

—¿Todo eso lo perciben sus clientes? Multitud de rostros conocidos les compran su ropa... La más conocida es Norma Duval.
—Es cierto y es una suerte. Para nosotros Norma más que una clienta o una embajadora de la marca es una amiga personal con la que hemos tenido la suerte de haber hecho campañas y portadas para grandes revistas como Hola!. Y eso es un auténtico lujo. Además, otras personas conocidas de todo el mundo piden nuestros diseños y eso es muy importante porque nos promocionan a nosotros y al sello Adlib Moda Ibiza.

—¿Les piden consejos a ellos?
—Sin duda. Otra de nuestras premisas fundamentales siempre ha sido el escuchar al cliente para saber lo que quiere. Pero no sólo el cliente de renombre sino también el que es anónimo. Para nosotros es básico que nos cuenten que quieren y que esperan de cada una de nuestras prendas porque no podemos olvidar que ellos son el público final. Y de cada relación se aprende muchísimo. Hacer caso al comprador es fundamental para seguir creciendo.

—Cumplen diez años en 2019. ¿Se imaginaban cumplir una década y cerrar la Pasarela Adlib?
—Pues era complicado de prever. Nosotros nos conocíamos antes de empezar con esta aventura en común porque los dos veníamos del mundo de la moda. Probamos a ver, presentamos la colección en el extranjero, y casi sin darnos cuenta fue todo un éxito. Eso nos animó para seguir y decidimos tirar para adelante cambiando nuestro nombre por el de Vintage Ibiza.

—¿Cómo fue aquella primera colección?
—Pues si te digo la verdad, la vemos ahora y nos da un poco la risa porque era muy distinta a lo que somos ahora. La esencia no ha cambiado mucho pero era mucho más sencilla, como todos los inicios, y sobre todo mucho más colorida.

—¿Cómo ha sido el llegar hasta aquí?
—Divertido pero también hemos invertido en el camino mucho esfuerzo y dedicación. Hemos ido a muchas ferias por toda Europa y España, Londres, París, Atenas o Madrid, y gracias a eso y al trabajo hemos logrado abrirnos un camino.

—Y ya la última. Como firma consagrada de moda Adlib, ¿hacia dónde creen que va el sello Adlib Moda Ibiza?
—Sin duda hacia la internacionalización. A nivel local y nacional la moda que se hace en nuestra isla ya está totalmente consagrada y se ha convertido en un gran referente. Ahora falta dar el salto al mundo y eso se consigue sumando cada vez más clientes del extranjero. Y nosotros, poco a poco, los vamos teniendo, lo que es una gran suerte para Vintage Ibiza.