El gerente de la cooperativa, Juan Antonio Prats, atendiendo a los medios antes de la asamblea. | Marcelo Sastre

La Cooperativa Agrícola de Sant Antoni celebró ayer con sus socios su asamblea general en el restaurante Gala Night, en la que se dio cuenta de «un buen año» 2018, especialmente por la venta de algarroba.

El gerente de la cooperativa, Juan Antonio Prats, detalló los resultados de contabilidad que arrojan un beneficio neto de 53.073,99 euros y unas ventas totales de casi 2,6 millones de euros.

«El aumento de ventas supone un buen resultado. El beneficio ha bajado, pero es debido a que hemos ajustado el precio para el socio. Nuestro objetivo al final no es obtener beneficio, sino cubrir gastos y ajustar el precio al socio, que es en lo que se basa una cooperativa», explicó Prats.

En este aspecto cabe apuntar que el beneficio de la cooperativa en 2017 fue de 60.316 euros mientras que el volumen de ventas fue de 2,57 millones de euros.

La cooperativa de Sant Antoni goza por tanto de buena salud. El año pasado se incorporaron 139 socios y 29 socios colaboradores, que tienen una parte en el capital social de la cooperativa más pequeña pero al mismo tiempo un descuento inferior en productos. En total está integrada por unos 2700 socios.

Producción
La mayor parte de la producción de la cooperativa fue de algarroba. El año pasado recogieron 693 toneladas, un 15% más que en 2017. El aumento de la cosecha ha propiciado que el almacén esté lleno ahora mismo de algarroba procesada que se usa para alimentación ganadera. «Se está sacando poco a poco [...] el 80% lo vendemos fuera pero ahora mismo en la península también hay mucha». Principalmente se ha vendido el garrofín, la semilla de algarroba que se usa en la industria alimentaria. A pesar de todo Prats confía en que el procesado también se venderá. «Cada año tenemos el mismo apuro, pero siempre se acaba vendiendo poco a poco».

La campaña de la almendra fue en cambio peor que la de 2017, se recogieron 41 toneladas de este fruto seco, menos de la mitad que en 2017 cuando la cosecha fue de 98 toneladas. «La almendra siempre tiene un año bueno y un año malo», explica. A pesar de ello indicó que en Ibiza debería renovarse la plantación de almendros que «es muy vieja y el campo está descuidado».

En cuanto al cereal (trigo, avena y cebada) se recogieron 153 toneladas frente a las 76 que se recofieron hace 2 años.

Previsión
La previsión para la campaña 2019 no es muy esperanzadora, sobre todo en materia de cereal. Las lluvias no fueron suficientes en los meses de invierno. Si bien el gerente comenta que «con las lluvias que han hecho estos últimos días se salvará algo», pero al no haber sido muy copiosas tampoco han dado mucha esperanza para obtener un buen resultado.

En cuanto a la almendra, la teoría dice que este año toca que sea bueno. Respecto a la algarroba, será el mercado el que determine la cosecha. Si se mantienen los precios altos se recogerá más, sino se dejará en el suelo.