En la votación hubo una confusión y al principio el equipo de gobierno votó a favor de la propuesta. | Daniel Espinosa

El Partido Popular presentó ayer, en pleno, una propuesta para decidir el «destino» del puerto de Sant Antoni. Según explicó Marcos Serra, candidato a la alcaldía, no se ha respetado el acuerdo aprobado por unanimidad en sesión plenaria en marzo de 2017 en el que «se decidió consolidar el puerto como deportivo, pesquero, lúdico y turístico; libre de transporte de mercancías y haciendo lo posible para compatibilizar el transporte exclusivo de pasajeros con los cruceros».

Por este motivo, los populares propusieron que se realice una «consulta ciudadana» en la que se decida si se quiere mantener la actual actividad comercial del puerto de tráfico de viajeros y mercancías rodadas; si por el contrario se quiere eliminar el tráfico de mercancías y mantener el de viajeros con sus vehículos, favoreciendo así la llegada de cruceros y la posible declaración como puerto Schengen; o eliminar todo tipo de mercancías y viajeros, destinando el puerto a la actividad pesquera y recreativa.

Mientras Joan Torres, portavoz del PI, respaldó la solicitud del PP de preguntar a la ciudadanía sobre el futuro que se quiere para el puerto y votando a favor de la propuesta, el equipo de gobierno no dio su brazo a torcer y reiteró su negativa. Fue Pep Tur ‘Cires', alcalde del Consistorio, quien recordó tanto al PP como al PI que ellos mismos votaron a favor de este acuerdo. «La verdad es que yo no sé mucho de gramática, pero en el acuerdo pone ‘tráfico exclusivo de pasajeros' y eso es lo que se ha aprobado», dijo al tiempo que hizo hincapié en la palabra ‘exclusivo'. «Pueden buscar las excusas que crean oportunas, pero después de consensuar la redacción y votar a favor cambian de opinión. Ya lo explicarán», criticó ‘Cires'.

Por su parte, Serra recordó que la ley «suscita dudas jurídicas» por lo que la restricción generalizada de tráfico comercial y transporte de pasajeros puede dar paso a «reclamaciones de responsabilidad patrimonial» por parte de las navieras. Sin embargo, el primer edil dijo que cuando se puso en marcha el Plan Estratégico se consultó con todas las partes interesadas y una mayoría «muy clara» reclamaba un uso turístico, lúdico, pesquero y deportivo de la bahía, ya que ‘Cires' no considera oportuno referirse como puerto a esta zona.

Impacto ambiental

El Partido Popular lamentó el cierre temporal del puerto -por dos años- a vehículos de más de dos rudas tras el acuerdo tomado la semana pasada por el Consejo de Administración de Ports de les Illes Balears y acusó al equipo de gobierno de aprobarlo «a puerta cerrada».

Así, Serra espetó que «no saben leer el acuerdo que hicimos en pleno, como no saben leer el código ético del PSOE que dice claramente cuándo tiene que dimitir una persona, no saben leer el Pacto Antitransfuguismo y leen este acuerdo plenario igual que leen los anteriores».

En esta línea, el portavoz del PI mostró, una vez más, su postura tras la decisión de Cristina Ribas de abandonar su partido y preguntó directamente al PSOE si está «contento» con todo lo que está pasando en relación al puerto. «Primero lo retiran del Parlament para buscar consenso, luego lo incluyen en la ley de Capitalidad de Vila, luego lo quitan... Yo pienso que algo falla aquí», subrayó Torres.
Sin embargo, ‘Cires' salió del paso tirando de hemeroteca y recordó a los populares lo que decían en 2015 de «proponer sacar del puerto el amarre de barcos de línea» o «plantear hacer un túnel hasta ses Païsses (...) ante el ruido y la suciedad que tienen que soportar los residentes por la actividad portuaria». Con estos titulares reprochó al PP que, en aquel momento, no pidieran hacer consultas ciudadanas, al contrario que ahora.

El alcalde de Sant Antoni quiso dejar claro el por qué de la decisión tomada y puso datos sobre la mesa. Para ello, se apoyó en un informe de impacto ambiental de la bahía y destacó sus principales conclusiones.

Según dijo, desde un punto de vista de tráfico marítimo comercial con la península, el puerto de Sant Antoni tiene un papel «insignificante» a nivel insular y balear. «El turismo que entra a la isla de Ibiza, no por el puerto de Sant Antoni, es de un 2% en barco», matizó el primer edil.

También dijo que la actividad comercial del puerto se caracteriza por su carácter «temporal y estacional». En este sentido, recordó que el puerto del municipio es el primero de las Pitiusas en tráfico interior y el segundo de Balears por las excursiones que van a las playas y a Formentera; además de ser también el segundo en actividad náutica deportiva.

Asimismo, destacó que este puerto no tiene servicios básicos de navegación de cabotaje. «No hay prácticos, es un puerto inseguro e históricamente es ilegal la actividad que se hace sin prácticos». Para más inri, indicó que de todos los usos portuarios presentes de cabotaje «ninguno aporta beneficios económicos» al pueblo. Por las características de la bahía, señaló, es un puerto de pesca deportiva y recreativo pero no de cabotaje. «El tráfico marítimo comercial provoca constantemente inseguridad y molestias a los bañistas en una franja de costa de cuatro kilómetros de longitud», espetó. Al mismo tiempo, reiteró que el tráfico rodado inducido debido a la actividad del puerto provoca problemas de circulación en el municipio, problemas de movilidad y ruidos en la zona portuaria.

Tampoco se olvidó de recordar que el tráfico marítimo supone un deterioro de la posidonia que «se está muriendo» y recordó a la oposición que tienen por delante dos años para estudiar la propuesta; una oposición que se quedó sin poder responder al alcalde.