El jugador suizo fue detenido la madrugada del sábado tras la agresión cometida horas después de disputar un partido amistoso ante el CD Ibiza. | Daniel Espinosa

El ya exjugador del Étoile Carouge detenido por la brutal agresión a una joven en Ibiza ha pasado una segunda noche en el Centro Penitenciario de Ibiza al no haber satisfecho íntegramente la fianza de 3.000 euros impuesta por el juez de guardia.

Según fuentes judiciales, el acusado realizó una transferencia de 3.000 euros, pero no se decretó su puesta en libertad ya que, debido a la comisión bancaria, la transferencia se quedó en 2.994 euros. El jugador deberá abonar los seis euros necesarios para cumplir con la cantidad requerida.

El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Francisco Javier Bretones, decretó el domingo un auto de prisión provisional eludible con fianza de 3.000 euros. El auto recoge la petición del Ministerio Fiscal. El juez imputa al detenido un delito de lesiones grave por pérdida de piezas (recogido en el artículo 150). Este detalle supone que el acusado se enfrentará a penas que van de tres a seis años de prisión, en lugar del delito de lesiones que recoge penas de entre seis meses y tres años. Los 3.000 euros que abona son para eludir la prisión.

El acusado deberá comparecer cuando sea señalado el juicio y además de la pena de prisión se le reclamará una indemnización por responsabilidad civil. El futbolista suizo fue detenido por la Policía Nacional tras ser denunciados los hechos. La agresión ocurrió la madrugada del sábado en el Parque de la Paz. El acusado y otros compañeros arremetieron contra la chica, su pareja y un amigo. En un momento dado el acusado tumbó de «un barrido» a la chica, que sufrió graves lesiones en el rostro, con pérdida de dos dientes y otras tres piezas incrustadas. La pareja de la joven de 23 años denunció la brutal agresión y apuntó que, seguramente, su pareja deberá someterse a una intervención maxilofacial.

El Etoile Carouge ha expulsado del club al agresor de la joven ibicenca y calificaron los hechos como «inadmisibles e intolerantes».