Las cámaras de seguridad captaron a los ladrones que asaltaron una joyería de Vila el día de Reyes

Los delincuentes abrieron un agujero desde un local anexo que se encuentra en obras. El butrón les permitió acceder a la trastienda y a la caja fuerte del establecimiento. Según las fuentes consultadas por este medio, los asaltantes se habrían llevado unos 6.000 euros en efectivo.

Ayer por la mañana, los responsables del negocio relataron que a los ladrones no les dio tiempo a pasar a la tienda y que las estanterías de relojes y joyas quedaron intactas. «La tarde del sábado estuvimos abiertos ya que era la previa de Reyes. El mazazo vino de madrugada», apuntó.

Todo indica que los ladrones habían estudiado el punto en el que debían abrir el acceso, pero erraron en la desactivación de las alarmas.

Investigación abierta

Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Ibiza se han hecho cargo de la investigación y analizan las pruebas recabadas durante la jornada del domingo en el escenario del robo.

El establecimiento dispone de un circuito de cámaras de seguridad y las imágenes captadas podrían servir para identificar a los autores del asalto, que huyeron a la carrera al saltar el dispositivo de seguridad.

La propietaria del negocio restaba ayer importancia al robo, el primero que sufre el negocio. «Es la primera vez que nos roban y lo peor es la sensación que se te queda, pero tampoco pudieron robar mucho», relataba la mujer mirando las estanterías y mostradores, intactos a pesar del asalto.

Al cierre de esta edición no había trascendido ninguna detención.

Otros robos similares

El último precedente ocurrió el pasado 13 de noviembre en una joyería ubicada en el pasaje Castaví.

El robo perpetrado la noche de Reyes en la joyería de la avenida España guarda bastantes paralelismos con el del negocio del pasaje Castaví. También se realizó aprovechando el fin de semana. La UDEV de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación de un robo que los delincuentes habrían estudiado a conciencia, ya que nadie se percató del golpe hasta 48 después.

Los ladrones trabajaron desde el cuarto de luces del edificio contiguo, exactamente el mismo enclave por el que años atrás ya perpetraron un robo similar. Habilitado el acceso, los ladrones se adentraron en el local y se hicieron con un botín que superó los 100.000 euros.