Usuarios del aparcamiento del Hospital Can Misses celebran su gratuidad

De momento, la empresa concesionaria ha establecido un periodo de prueba para decidir si la barrera de entrada y salida al aparcamiento va a estar subida o bajada. Será en unos días cuando se configure el sistema para adaptarlo a la nueva normativa para que el usuario coja su tique con el objetivo de calcular el número de coches que aparcan dentro. Ahora no está prohibido el acceso de ningún tipo de vehículo, como tampoco la duración de estacionamiento.

En relación a esto último, algunos usuarios apuntaron que es «probable» que se haga un mal uso del aparcamiento a raíz de no tener que abonar los 2,10 euros por hora que costaba hasta el 31 de diciembre. «Es algo muy positivo porque antes era muy caro. Ahora lo suyo es que sea para los usuarios del hospital no como parquin disuasorio. Tiene que ser gratuito, pero tiene que haber una persona que controle que no dejan el coche para ir al colegio o a trabajar», indicó Antonio, una de las personas que ayer estacionó su vehículo para ir a una consulta y quien recordó que «solo aparcaba aquí ocasionalmente cuando no había otro remedio».

Asis también aplaudió el cambio. «Antes buscábamos fuera y si no encontrábamos sitio aparcábamos aquí y el precio dependía de lo que tuviéramos que esperar para entrar a la consulta. La medida es buena para todos, pero hay que respetar para lo que es; si no vienes al hospital no hay que usarlo», matizó.

Por su parte, Paco reconoció que siempre que visitaba el centro estacionaba en el aparcamiento, «pero el precio era tremendo». De hecho, dijo que cuando su mujer estuvo ingresada un par de días buscar parquin era difícil; «entre pagar la tele y el aparcamiento...», dijo.

El aparcamiento del hospital cuenta con 900 plazas, 600 para usuarios y 300 para personal del centro. Aunque hay mucho sitio, José Manuel opinó que «es posible que ahora se haga un mal uso porque, cuando algo es gratis, la gente se aprovecha y hace mal uso de las instalaciones». Una opinión compartida por A drián, quien señaló que «el precio era caro y que sea gratuito fomenta su uso y permite que la gente que lo necesita pueda usarlo».

Sin embargo, dijo que «a la larga se hará un mal uso cuando se corra la voz de que es gratis. Hoy porque estamos en fiestas y está un poco vacío». A su juicio, la gratuidad es una medida positiva siempre y cuando sea «para aquellos que tengan un motivo de peso para utilizarlo».