Eduardo Maynau, Marc Pons, Marta Díaz y Tomás Domínguez durante la rueda de prensa de ayer en el Consell d’Eivissa.

El cable submarino de transporte de energía eléctrica que une Ibiza y Mallorca entró en funcionamiento ayer con el claro objetivo de disminuir el funcionamiento de la central eléctrica de la isla al tiempo que se hace un mayor aprovechamiento de las energías renovables. Y es que, a día de hoy, el índice de cobertura a través de energías renovables en Ibiza era del 0 %. «Al poner en marcha este servicio, el 15 % de la energía va a ser a través de energías renovables», puntualizó Eduardo Maynau, delegado de Red Eléctrica de España (REE) en rueda de prensa.

De momento, el 40% de la demanda de las Pitiusas ya se abastece con la energía procedente de Mallorca y, a su vez, de la Península (ya que la capital balear está conectada a esta). «Esta semana, el 60 % de la energía que consuma Ibiza ya será del cable submarino», concretó Tomás Domínguez, director de Operación de REE.

En este sentido, Domínguez puntualizó que el coste de la energía disminuirá esta semana en 210.000 euros, que en términos anuales alcanzará los 20 o 30 millones de euros de ahorro.

Para Marc Pons, conseller de Territori, Energia i Mobilitat, la conectividad, en todos los aspectos, es fundamental y, en este sentido, Ibiza y Formentera funcionaban de forma autónoma. «Los trámites han sido largos y las obras complicadas. No hay proyectos de esta magnitud que conecten dos territorios», recordó.

Así, con la entrada en funcionamiento del cable submarino, Pons señaló que ya están en disposición de poder «desmantelar» las turbinas de fuel oil de la central eléctrica porque «el suministro está garantizado con el cable». La idea es que en el momento en el que estas turbinas dejen de hacer su función actual, la central genere únicamente gas natural. De hecho, se quieren hacer dobles enlaces entre las islas y la Península para que la central solo sea usada en casos puntuales.

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Por su parte, Marta Díaz, vicepresidenta segunda del Consell d'Eivissa, indicó que con este nuevo servicio, las Pitiusas «quedan integradas en el mercado energético español y europeo». Díaz mostró su satisfacción ante la reducción de emisiones contaminantes que supone su entrada en funcionamiento, además de dotar a las islas de mayor seguridad.

El enlace entre Santa Ponça de Mallorca y la estación eléctrica de Torrent, ubicada en Puig d'en Valls, lleva aproximadamente una década instalado y ha supuesto una inversión de 225 millones de euros. Se trata del cable submarino más largo del mundo en corriente alterna, con 126 kilómetros de longitud y 132 kilovatios de tensión con capacidad teórica de intercambio de 90 megavatios.

Energías renovables

En la rueda de prensa celebrada ayer en el Consell d'Eivissa también se habló de los diferentes picos de demanda en la isla dependiendo si es verano o invierno. En este sentido, el responsable de Red Eléctrica Española detalló que las islas doblan su demanda en temporada alta por lo que aumentara el volumen de energía eléctrica que llegue desde Mallorca.

Además, los expertos señalaron que hay un «mix» de producción de energía ya que tiene diferentes procedencias. En esta línea, recalcaron que entre el 35 y el 42 % proviene de las energías renovables de la Península, mientras que el resto se cubre con otras energías.

La idea es la «progresiva» desaparición de todas aquellas energías que emiten dióxido de carbono, como es el caso del carbón, para que en paralelo crezcan las energías renovables. «A finales de 2019 habrá una nueva energía renovable», subrayó Domínguez quien dijo que, de cara al 2030, las islas cambiarán la interconexión y se podrá responder a la demanda de los usuarios independientemente haya o no sol.