¿Qué va a transmitir a sus compañeros en esta jornada?
—La ecografía se utiliza mucho para ver al niño en la obstetricia, ver que esta bien y enseñársela a la madre, tiene muchas aplicaciones para el suelo pélvico pero es muy desconocida. Con el desarrollo de la ecografía tridimensional nos ha permitido acceder a un plano concreto en el que se ve muy bien el suelo pélvico. El fin de la ecografía es que se pueda tratar, operar yo rehabilitar. Es una herramienta complementaria, lo fundamental es la exploración física.
¿Qué permite que se pueda ver mejor el suelo pélvico?
—Para prevenir, cuando una paciente da a luz y tiene un desgarro se puede ver mejor el suelo pélvico; cuando se le pone una malla para la incontinencia se ve muy bien en ecografía y así se puede decidir si está bien o mal colocada, si se ha movido o si tiene algún efecto secundario.
¿En Can Misses no se utiliza la ecografía de suelo pélvico?
—No sólo en Can Misses. Todos hacemos ecografías ginecológicas, pero la parte del suelo pélvico es muy específica y requiere una cierta habilidad. Cualquier ecografista puede hacerlo pero se le ha de explicar una serie de cosas. Tampoco está muy desarrollado y se hace en demasiados sitios.
No está muy desarrollado pero los problemas de desgarro de las mujeres tras el parto son frecuentes.
—Sí, hay mucha patología. Hasta ahora hacíamos el tratamiento, seguimiento y control a través de la exploración o a través de pruebas como la urodinamia, para evaluar los problemas de incontinencia. Es una técnica más invasiva, consiste en meter un catéter en la vejiga de la señora, y la alternativa a esto es una ecografía, que es inocua. No hay muchos profesionales que hagan las ecografías y como tampoco hay muchos artículos, no nos acabamos de creer lo que vemos en la ecografía.
¿El uso de la ecografía para el suelo pélvico es muy reciente?
—Lo novedoso es aplicarlo sobre el suelo pélvico y, sobre todo, la ecografia tridimensional que ha permitido que se pueda ver el suelo pélvico.
Y que los profesionales se lo crean.
—Correcto, si conocerla, manejarla y creer lo que estamos haciendo. El curso de Can Misses consta de dos partes. La primera es teórica, la segunda es un taller práctico y contó con la colaboración de varias pacientes a los que se le hizo una ecografía.
¿Por qué imparte este curso en Ibiza?
—Hace muchos años que me dedico a esto, hice una tesis doctoral. Fue una idea del jefe del Servicio de Ginecología, Rodolfo Moreno. Hay muy poca gente que se dedica hacer ecografías de suelo pélvico.
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