Prueba de ello, según recordaron los trabajadores en el escrito, son los incendios y conatos de incendios que se han producido últimamente (el más grave de ellos, el pasado 26 de septiembre cuando un bus de la compañía se incendió en Sant Jordi y calcinó seis coches aparcados), las líneas de autobuses que acaban la temporada antes de la fecha prevista por la falta de autobuses, las rutas escolares que no se pueden realizar o cuando se realizan «se hacen tarde, llegando los escolares con retraso al inicio de su jornada escolar» o bien autocares sin aire acondicionado «y en muy mal estado».
Los trabajadores también reseñan que ALSA trae autocares de la Península «para reforzar la flota existente y son los que no quieren allí por el estado en el que se encuentran». Destacan, además, la «cantidad de averías que surgen a diario, en plenas rutas, con los inconvenientes que estas pérdidas de tiempo le suponen a los pasajeros, que son quienes las sufren ya que implican retrasos en las líneas».
El comité de empresa aseguró que llevan «años denunciando el estado de la flota de autobuses con la respuesta por parte de la empresa que, tras la concesión, lo veremos». En este sentido, la actual concesión caduca a finales de este año y en 2019 entrará en vigor la nueva. «La concesión será, como muy pronto, en septiembre de 2019, pero no vemos solución alguna a unos problemas de seguridad inauditos», concluye el comité de empresa.
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Eso no hace falta que el trabajador lo diga el que no entiende también lo ve ALSA lo que ha hecho es traer a Ibiza lo más viejo de su flota se ve desde el primer dia