Imagen del escenario del último alunizaje perpetrado por la banda el pasado 27 de agosto en un oficina bancaria ubicada en la avenida 8 d’Agost, la milla de oro. | Daniel Espinosa
En 2015 la Policía Nacional desmanteló una banda organizada autora de una treintena larga de golpes. Los integrantes fueron detenidos tras una espectacular persecución desde Mallorca a Ibiza después de dar tres golpes en cuestión de 24 horas en las cafeterías Capuccino. Por entonces, su especialidad era reventar cajas fuertes con el uso de la lanza térmica. Tres años después, algunos de ellos, concretamente tres, han vuelto a ser detenidos en Ibiza. Del sistema del oxycorte pasaron al alunizaje.
Las investigaciones policiales desembocaron la semana pasada en una cascada de detenciones y registros en varios puntos de la isla. Según informaron en un comunicado desde la Jefatura Superior de Policía, entre los cinco detenidos se encuentran tres conocidos de la justicia a los que en 2015 se les arrestó e imputó un total de 32 robos con fuerza por los que estaban pendientes de juicio.
Fuentes policiales hicieron hincapié en que se trata de uno de los grupos criminales más especializados en los robos con fuerza en la isla de Ibiza.
Modus operandi
La labor de investigación se vio obstaculizada por el «novedoso modus operandi del alunizaje utilizado en Ibiza», según señalaron fuentes de la investigación llevada a cabo por agentes de la UDEV de la Comisaría de Ibiza.
El grupo criminal ahora desmantelado contaba con una «gran especialización de sus autores a la hora de cometer el robo, disponiendo de una estructura destacada, reflejada en la gran labor de coordinación y planificación a la que sometían sus acciones delictivas perfectamente sincronizadas».
En días previos a los golpes, la banda sustraía vehículos, cambiando las placas de las matrículas por otros de la misma marca y modelo, evitando así su identificación. Controlaban los movimientos en la entidad bancaria así como la actividad que realizaban, buscando el momento idóneo para cometer el hecho, siendo éste cuando mayor disponibilidad de dinero se encontraba en el interior bajo menores medidas de seguridad. Utilizaban los vehículos para empotrarlos en las entidades bancarias y conseguir así una vía de entrada rápida que diera acceso directo al lugar donde se encontraba el dinero.
Una vez ejecutado el alunizaje huían a gran velocidad en vehículos de alta gama o motocicletas, que se encontraban en la zona preparados, estableciendo un plan de huida que contaba con apoyo logístico evitando así posibles controles policiales. Luego abandonaban el vehículo y lo quemaban para eliminar huellas.
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