Un campus para ponerse en forma y perder el miedo al circo y a las alturas

Así, durante los cinco días los participantes disfrutan aprendiendo acrobacias aéreas y de suelo, juegos con telas y camas elásticas. Además, y según explicó ayer Brest a Periódico de Ibiza y Formentera tras la segunda jornada, se hace especial hincapié en el ejercicio físico. «Intentamos que los chicos pierdan el miedo al mundo del circo y a las alturas y que mejoren en la medida de lo posible su forma física, cogiéndole el gusto a entrenar, porque, desgraciadamente, hay algunos que les cuesta doblar las rodillas o llegarse a tocar las puntas de los pies».

Pero que nadie se alarme. No se trata de un campamento espartano que crea legionarios. «No hace falta estar en muy buena forma física para poder participar en el campus y el único requisito real para apuntarse es venir con muchísimas ganas de pasárselo bien, conocer cosas nuevas y hacer amigos», resume con una gran sonrisa Brest. Una filosofía que está dando sus frutos ya que este año en Santa Eulària están participando 39 chicos de entre 6 y 16 años, cuando el cupo está en 40, y unos diez más que en verano de 2017.

«Se ve que algo estamos haciendo bien porque muchos repiten y llegan con muchas ganas después de lo que vivieron el año pasado, y porque otros insisten mucho a sus padres para poder apuntarse».

Espectáculo para concluir el campus

Además, el campus tendrá un colofón muy especial. Un año más los chicos podrán demostrar ante sus familiares y amigos todo lo que han aprendido durante estos días en un espectáculo que preparan juntos a sus monitores, uno por cada diez alumnos, además de por la propia Carol Brest.

Aunque la temática surge de una puesta en común entre los participantes y la coordinadora del campus, de momento no se puede adelantar nada. Eso sí, podemos garantizar que cada uno de los números será espectacular ya que los chicos se están volcando en ellos.

«Habrá acrobacias de suelo y aéreas y números con telas y aros que mezclan ejercicio físico con un espectáculo propiamente dicho, pero hasta que no pasen unos días no sabremos lo que puede dar cada uno de ellos. Eso sí, seguro que saldrán geniales porque estos pequeños de Santa Eulària han venido con muchas ganas de aprender y mejorar cada día».