La zona se ha vallado y perimetrado para acometer los trabajos, que tendrán una duración aproximada de 15 días. | Daniel Espinosa

El Ayuntamiento de Eivissa inició ayer los trabajos de reparación del muelle de Platja d'en Bossa que utilizan las empresas de excursiones marítimas durante la temporada turística. El muro tenía una grieta de aproximadamente 15 metros que se ha ido agrandando este invierno debido a los temporales y que ha acabado con el desprendimiento de parte del lateral del muelle.

Los trabajos consistirán en eliminar y demoler la zona dañada para rehacerla posteriormente. Además se aprovechará para eliminar una antigua tubería pluvial en desuso.

La duración aproximada de la obra es de 15 días, durante los que se delimitará la zona de trabajo y se permitirá el acceso a los usuarios de las embarcaciones que operan en el muelle para que puedan mantener su actividad habitual, según informaron desde el Ayuntamiento.

Desde el Consistorio explicaron ayer que pusieron en conocimiento de Demarcación de Costas estos deperfectos a principio de año. Al indicar Costas la imposibilidad de su reparación, el Ayuntamiento decidió iniciar los trabajos al amparo de la competencia en materia de seguridad que tiene en la zona de dominio público marítimo-terrestre.

Debido a la complejidad de los trabajos, al tener que realizar una parte de los mismos dentro del mar, se procedió a redactar por parte de los técnicos municipales un proyecto de reparación y se han contratado los trabajos a la empresa Hnos Parrot SA.

Implicación de las navieras

Las navieras que operan en el muelle, Sea Experience (que engloba a Ulises Cat, Capitán Hook y Sercomisa) y Aquabus, dieron los primeros pasos este invierno para realizar un pequeño proyecto de reparación y asumir los costes, ya que el muro empezó a abrirse la temporada pasada.

No obstante, al tratarse de una concesión de la Demarcación de Costas al ayuntamiento de Vila, ha sido el Consistorio el que se ha hecho cargo de los trabajos.

La parte que se ha desprendido se cayó recientemente y se trata de un añadido que se hizo al muelle para cubrir una tubería, por lo que la parte estructural no se ha visto afectada, lo que permite a las navieras operar con seguridad.

El gerente de Sea Experience, Joan Tur, explicó que los turistas pueden pasar sin problemas y que de momento no ha habido ningún percance y nadie se ha hecho daño, pero reconoce que el mayor problema es la «mala imagen» que ofrecen al turismo de la isla.

Según detalló, el Ayuntamiento instaló inicialmente unas vallas de plástico para cercar la zona afectada pero «han volado» y ahora únicamente hay una cinta que colocan las propias navieras por seguridad de los usuarios cuando embarcan y desembarcan.

El empresario aseguró que llevan todo el invierno detrás de estas obras y lamentó que se hayan retrasado hasta coincidir con el inicio de la temporada. En este sentido, añadió que tuvieron que pedir un permiso especial al Ayuntamiento de Vila sobre la viabilidad del muelle para que la Demarcación de Costas les permitiera empezar a operar en abril.

Tur remarcó que los empresarios están dispuestos a colaborar en cualquier medida para tener unas instalaciones decentes y recordó que, de hecho, hace tres años fueron las navieras las que arreglaron el muelle de ses Figueretes.