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El jefe del servicio de Pediatría del Hospital Can Misses, Bartolomé Bonet, señaló ayer, en rueda de prensa, que las consultas de neuropediatría están «a pleno rendimiento». Desmintió así que la marcha de la neuropediatra Ileana Antón el pasado mes de marzo haya afectado a la rutina hospitalaria del servicio.

«Las citas las está pasando una de las personas que el año pasado ya se hacía cargo de más de la mitad de la consulta de neuropediatría. En ningún momento se ha disminuido la actividad que se estaba haciendo», atajó Bonet.

Asimismo, explicó que tras la marcha de la neuropediatra tuvieron que «reorganizar» las consultas con el añadido de que la plantilla en el servicio es «limitada». Además, matizó que en ningún momento han contado con ayuda externa de Palma, donde hay dos neuropediatras de baja, ya que «nos estamos haciendo cargo nosotros sin ayuda de fuera».

Un hecho que ha provocado que el servicio haya recibido varias quejas por cancelaciones de consulta. «Estamos hablando de cancelar una consulta y retrasarla tres semanas en un paciente crónico, es decir, un niño que ya está diagnosticado y tratado», precisó. En este sentido, aclaró que las quejas siempre procedían de las «mismas» personas.

Por su parte, Carmen Santos, gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, recordó que el servicio de Pediatría se ve reforzado con los pediatras de Atención Primaria, «sobretodo para realizar guardias y descargar el servicio». Así, dijo que «entre todos» se está haciendo un esfuerzo para que ningún niño de la isla tenga una deficiencia ni de atención a nivel de neuropediatría, ni en ninguna otra subespecialidad; «mucho menos en las urgencias».

Exceso de trabajo

Dejando a un lado las consultas de neuropediatría, Bonet quiso poner el foco de atención en el gran problema que sufre actualmente el servicio: la falta de pediatras. «A mí me interesa encontrar un pediatra urgentemente porque mi plantilla está muy ajustada»; una situación que lleva reclamando desde hace tiempo. En esta línea, destacó que «ahora es imposible cubrir una baja en Ibiza».

Tal es la situación de Pediatría que el jefe del servicio habla de «sobrecarga asistencial». «El resto del equipo asume el trabajo de las bajas que no se cubren y eso es una carga. Estamos al límite de las posibilidades», subrayó.

De hecho, con la renuncia de Ileana Antón, el equipo cuenta solo con seis facultativos. «Nos quejamos de sobrecarga porque en Ibiza, para lo pequeña que es, hay patologías muy complejas y hay veces que te tienes que sentar a pensar en tus pacientes y si tienes sobrecarga asistencial... es difícil», criticó.

A este hecho se suma que antes muchos niños tenían que desplazarse a Palma para ser tratados en diferentes especialidades pediátricas; ahora esos pacientes son tratados en Ibiza.

Por ello, para Bonet lo ideal sería contar con un total de nueve pediatras que permitieran que la actividad que prestan actualmente no solo fuera asistencial, sino que se pudieran hacer más sesiones con los pacientes. «En un hospital de referencia como es este se deberían de hacer, pero con el personal que somos no se puede», zanjó.

Aunque el jefe de Pediatría señaló que se está llevando a cabo la misma actividad que el año pasado, «con un sobresfuerzo por parte del equipo», mostró su preocupación por la edad de uno de los profesionales de la plantilla. «El mayor problema está en que se retire, pero intentaremos retenerlo más tiempo», dijo.

De momento, el servicio solo ha recibido siete currículums, seis de médicos venezolanos y uno argentino; «ninguno español».

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