Según explicaron desde el Ayuntamiento de Eivissa, la empresa encargada de realizar las obras para instalar las nuevas cámaras «todavía está trabajando en el nuevo sistema». Por este motivo, durante estos días de fiesta, el Consistorio ha decidido volver al antiguo sistema de control de acceso mediante una valla y una persona que la levanta o la baja a los vehículos autorizados.
Por su parte, el concejal de Mobilitat, Juanjo Hinojo, atribuyó este retraso a «dificultades de tramitación patrimonial», ya que el proyecto ha tenido que ser aprobado por el Pepri y todavía tiene que ser revisado por la Ciothupa. «Ha sido complicado», añadió. Además, apuntó a que los retrasos se deben a que la empresa concesionaria se ha visto obligada a contratar un arqueólogo por si, durante las obras de instalación de las cámaras de seguridad, se encontraban algunos restos arqueológicos.
Problemas con la empresa
Este sistema provisional comenzó a funcionar ayer y estará activo hasta el martes, 3 de abril, en su horario habitual, de 11 a 16 horas y de 18 a 23 horas para acceder a Dalt Vila. Ayer, sin embargo, hubo problemas porque, según señalaron fuentes municipales, la empresa concesionaria se equivocó en el horario estipulado y la persona encargada de vigilar los accesos se marchó antes de tiempo.
El Ayuntamiento de Eivissa respondió hace unos días a las críticas del Partido Popular sobre el retraso en la implantación de control en la circulación de vehículos en casco antiguo de la ciudad, cuyo acceso no se ha limitado durante todo el invierno, a diferencia de años anteriores.
Desde el equipo de gobierno aseguraron que las cámaras de seguridad se podrían poner en marcha antes de la Semana Santa, mientras que la instalación de los bolardos retráctiles, que subirán y bajarán para controlar el tráfico tanto en la calle Comte de Rosselló como en la rampa de subida a Dalt Vila, se retrasarían unas semanas más al necesitar unos permisos del Consell d'Eivissa.
Cuando esté en marcha, el nuevo sistema automático de control de accesos permitirá multar a los vehículos que pretendan entrar a la zona limitada sin la pertinente autorización municipal. En el caso de la Marina, las restricciones y las consiguientes sanciones por no cumplirlas no entrarán en vigor hasta el próximo mes de mayo.
La empresa encargada de llevar a cabo este nuevo sistema, Aceinsa Movilidad S.A., será la encargada de realizar este servicio en los próximos cuatro años por un importe de 260.000 euros.
LA NOTA
Los vecinos del casco antiguo no necesitarán nuevas tarjetas de acceso
Los vecinos que residen en los barrios de Dalt Vila y la Marina y que están autorizados a circular con sus vehículos sin restricciones las 24 horas del día no necesitarán hacer nuevos trámites con la implantación del nuevo sistema de accesos al casco viejo de la ciudad. Como recordaron desde el Ayuntamiento de Eivissa, al tratarse de un sistema informatizado, las matrículas de los residentes estarán registradas en los archivos municipales y, una vez que sean leídas por las cámaras automáticas, permitirán que los bolardos automáticos bajen para permitir el paso de sus vehículos.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
escoba de oro...viva!!! todo de primera...regional
Dirás que no va a funcionar nunca y los puteados como siempre los de Dalt Vila,, da lo mismo la suciedad, las mierdas de perro, los jardines abandonados, la falta de señalización ya que las pocas que hay están rotas, y además es la tercera vez que QUIEREN implantar un sistema automático, gastándose una pasta gansa, de todos y lo único que les interesa es poner MULTAS, en esto tienen un máster, y luego dejar las pegatinas en el suelo durante AÑOS. Un aplauso y medio y dos medallas una por ineptos y otra por si la pierden.
De verdad que no aprenden, y se empeñan en tirar el dinero de todos. Un sistema muy similar lo intentó poner en marcha Lurdes Costa hace unos 7 años, duró en marcha 1 semana y se gastaron unos 200.000€. Este equipo de gobierno después de poner pilonas automáticas alrededor de Vara de Rey, resulta que han estado funcionando la mayoría menos de 5 días, algunas se han terminado quitando. Y ahora se inventan un revolucionario sistema de cámaras para multar a todo el mundo, de nuevo con pilonas automáticas que durará lo mismo que las anteriores y cuesta 260.000€ (mucho más caro que poner el vigilante con la barrera, que funcionaba decentemente) y por supuesto sin consultar ni a vecinos ni comerciantes de Dalt Vila y La Marina. Señores esto es así, estos señores están por encima del bien y del mal.Principalmente el señor alcalde que lo hace sin tener todos los apoyos de su equipo de gobierno, es decir POR QUÉ YO LO VALGO.
Como todo en esta ciudad, todo se hace tarde y mal.